High As Hope de Florence and the Machine, crítica canción a canción

El pasado 29 de junio se puso a la venta High As Hope de Florence and The Machine. Precedido por los sencillos oficiales Sky Full Of Song y Hunger, y el promocional Big God, el cuarto disco de la banda británica liderada por Florence Welch es el primero en no debutar en el número #1 de Reino Unido. Se quedó en el #2, el mismo puesto logrado en Estados Unidos, Australia, Irlanda, Canadá, Nueva Zelanda y Suiza.

Portada de High As Hope de Florence and The Machine.

¿Cómo suena High As Hope? y ¿cuáles son los temas que aborda? son las preguntas que respondemos en nuestra crítica del que es el primer álbum de la banda que se concibe, graba y lanza después de que Florence Welch abandonase la bebida.

High As Hope de Florence and The Machine, una sorpresa anunciada

A partir de la canción Various Storms & Saints del irregular How Big, How Blue, How Beautiful (2015), salvo contadas excepciones (la genial Mother, por ejemplo), escuchábamos a unxs Florence and The Machine que solo habíamos intuido en su debut Lungs (2009).

Esto es, una banda desprovista de toda o casi toda la instrumentación barroca que caracterizó algunas piezas de ese disco (Cosmic Love, por ejemplo) y la mayoría del siguiente, Ceremonials (2011).

Por tanto, aunque el primer sencillo, Hunger, fue bastante desconcertante, lo cierto es que High As Hope de Florence and The Machine supone, en general, la continuación de los ritmos más acústicos y soul de How Big, How Blue, How Beautiful y un regreso, más desnudo y sereno a los mismos de Lungs.

Canción a canción, High As Hope de Florence and The Machine

Este High As Hope de Florence and The Machine se inicia con June, un envolvente medio tiempo chamber pop de tintes soul sobre la soledad y cómo aliviarla aferrándose a alguien.

Tras June llega el turno del segundo sencillo del disco, Hunger. Se trata de un entretenido número soul en el que la voz de Florence Welch recuerda, por momentos, a la de Sharon den Adel de Within Temptation.

Aunque crece sobremanera con las escuchas y el análisis de su letra (expone los desequilibrios alimenticios y coqueteos con las drogas en su adolescencia, en los que cayó para llenar el vacío de la soledad), Hunger es una pieza menor dentro de la, prácticamente, impecable lista de singles de Florence and The Machine.

El principal problema de Hunger es que no es un sencillo porque, por sí sola, genera sensación de hastío, de fórmula repetida con menos gracia, de pereza por el proyecto. En cambio, dentro del disco sí funciona a la perfección como contrapunto de la sosegada June.

Un sonido acústico-folk y coros fantasmagóricos son los principales reclamos de South London Forever (sobre la juventud de Welch en Londres), una composición de soberbia melodía e instrumentación, que falla al llegar al estribillo.

Big God, la contención también es una virtud

A continuación de South London Forever, suena Big God, la primera gran joya de High As Hope de Florence and The Machine. Emocional y de contenida epicidad, esta canción de soul y jazz aborda, de nuevo, el tema de llenar un vacío en el alma (en este caso, con Dios) y, también, según declaraciones de Welch, de alguien que no responde los mensajes de texto.

Otro de los momentos más acústicos de High As Hope de Florence and The Machine es la balada A Sky Full Of Song, el primer tema que conocimos del proyecto.

Por su desnudez instrumental, presente en casi toda la canción, fue un regreso de lo más inesperado, aunque, con el tiempo, haya resultado mucho más satisfactorio que Hunger. La soledad, en esta ocasión, de la vida del artista, vuelve a hacer acto de presencia en esta pista del cuarto álbum de la banda.

La influencia de la música jazz y góspel se deja notar en la desgarradora balada Grace, en la que pide perdón a su hermana, en particular, por arruinar su decimoctavo cumpleaños, al presentarse borracha, y, en general, por ser la persona a quien peor trató de su entorno.

No todo son temas tranquilos en High As Hope

Y cuando parecía que High As Hope iba a continuar por derroteros pausados, llega Patricia (dedicada a la cantante Patti Smith), el tema de mayor pretensión uptempo de todo el largo. Con todo, la contención que envuelve el álbum, también controla la séptima composición del mismo.

Sin duda, Patricia es, como Big God, una de las mejores canciones de la discografía de Florence and The Machine y, además, una de las que cuenta con mayor respaldo musical del disco, en forma de piano, violín, batería y guitarra eléctrica.

Las revoluciones vuelven a descender en 100 Years, un tema “tipo Stamina de Anastacia“, es decir, el típico que recuerda a otros momentos de la discografía de un artista o banda, pero que evidencia que la fórmula goza, aún, de buena salud. A nivel lírico, 100 Years es un tema feminista que conmemora los 100 años de la legalización del voto femenino en el Reino Unido.

The End Of Love es otra gran balada de High As Hopes de Florence and The Machine. Se trata de un tema que comienza casi a capella, que va in crescendo, pero que nunca llega a explotar del todo. Esto es, en este caso, una virtud, por 2 razones: no lo necesita y porque, así, The End Of Love resulta menos previsible y más original.

Desde el punto de vista lírico, The End Of Love aborda el suicidio de su abuela y, al mismo tiempo, el final de un amor que solo era alimentado por una carencia, por lo que es positivo que desaparezca.

Para finalizar, después de la maravillosa The End Of Love, que no habría desentonado en manos de Lana del Rey, High As Hopes de Florence and The Machine se cierra con la correcta No Choir, un tema positivo, dentro de lo melancólico que es el universo de Welch.

Veredicto sobre High As Hope de Florence and The Machine

Una de las principales bazas del cuarto álbum de la banda liderada por Florence Welch es que demuestra que intimidad y desnudez instrumental no tienen por qué ser sinónimos de canciones carentes de ganchos.

De hecho, aunque este es un trabajo que requiere varias escuchas para ser apreciado y comprendido por completo, como ocurría con Lungs, la realidad es que la estructura de las composiciones, algo más ambiciosa que en trabajos previos, tampoco ha variado demasiado y el objetivo sigue siendo el de conseguir la melodía pop.

Destacamos el importante trabajo de contención que Welch realiza, en general, en el disco, de manera que la obra musical ya no depende tanto de su portentosa voz y nos permite disfrutar de los diferentes detalles que caracterizan los temas.

En definitiva, con High As Hope, Florence and The Machine demuestran que siguen en plena forma y que la madurez les lleva a contenerse, pero no a sacrificar su esencia, el original hilo conductor de toda su carrera.