Warrior, sinónimo de súper pop
Kesha y Lady Gaga, 2 estrellas del electropop a las que les encanta el rock
Warrior es el segundo trabajo de estudio de Kesha en el que, al igual que hizo Lady Gaga con Born This Way, incorpora toques rock en muchas de las canciones.
Aunque, la diferencia fundamental es el contenido. Mientras el álbum de Gaga tiene un aire más maduro, Warrior continúa la senda gamberra tan característica de Kesha.
Por el momento, y a pesar de que aún es pronto para hacer una valoración, Warrior está teniendo menor rendimiento comercial que su predecesor, Animal. Este debutó en la primera posición de ventas estadounidense con más de 160 mil copias vendidas en su primera semana.
Portada de C’mon, segundo single de Warrior |
Pero ventas no son sinónimo de calidad. De hecho, el disco contiene una armoniosa mezcla de los estilos electropop, dance pop, rock, dubstep e inspiración country. Además, Kesha ha co-escrito todas las pistas de Warrior.
Canción a canción: así es Warrior de Kesha
El álbum es simplemente perfecto, no hay una tema malo. Comienza con el homónimo, una canción potente que combina a la perfección el dance pop, dubstep y ese característico toque hip hopero de la artista.
Las otras 3 aportaciones dubstep las encontramos en: Crazy Kids (silbidos pop con una instrumentación que, en determinados instantes, recuerda a la de Hey Soul Sister de Train), Out Alive (explosiva mezcla de dance y dubstep) y en la espectacular Supernatural en la que, al principio, se puede pensar que es Katy Perry la que canta.
Las canciones más continuistas con el sonido del primer álbum corresponden al exitoso primer single Die Young, C’Mon (el único tema que chirría un poco), Whatever You Are y la adictiva All That Matters. Estas 2 últimas incorporan, además, toques techno.
Todas, además, son las pistas más bailables del disco, pero ello no implica que sean inferiores en calidad, sino todo lo contrario, salvo en el ya mencionado caso de C’Mon.
Las guitarras eléctricas prometidas por Kesha llegan con Thinking Of You, Only Wanna Dance With You, Gold Trans Am y el poderoso dueto con Iggy Pop, Dirty Love. Esta colaboración es la canción más rockera del álbum. El resto de las anteriores se mueven entre el pop/rock, rock electrónico y rap rock.
Finalmente, como en todo buen disco pop que se precie, en Warrior están presentes algunos temas lentos. Es aquí donde se aprecian los toques country en Wonderland y Last Goodbye; y las baladas Past Lives y Love Into The Light.
En definitiva, Kesha ha cumplido y ha lanzado al mercado un segundo álbum en el que mantiene su esencia, y además, se atreve con otros estilos más alejados de su repertorio, como el rock y el country.
Tal vez el éxito comercial jamás vuelva a su carrera, pero con Warrior demuestra que cuenta con las herramientas suficientes como para continuar en la carretera.