Primeros rascacielos españoles: de la Escuela de Chicago al estilo Internacional (I)
En contra de la idea generalizada de que, en los últimos 250 años, nuestro país ha llegado tarde a todo, durante las décadas anteriores a la Guerra Civil y posterior dictadura franquista, todas o la inmensa mayoría de las arquitecturas de vanguardia tuvieron su representación a lo largo y ancho del territorio nacional. Como muestra, los rascacielos españoles, muchos de los cuales fueron, durante años, los más altos de Europa.
Rascacielos, ¿qué son exactamente?
Desde finales del siglo XIX en adelante y de forma paulatina, las ciudades más prósperas de la inmensa mayoría de países vieron como, poco a poco, sus calles se llenaban de edificios cada vez más altos.
El avance en las técnicas constructivas, la introducción de nuevos materiales (hormigón, hierro forjado, acero…) y el alto precio del suelo en el centro de las urbes propiciaron la aparición de los rascacielos.
Con 42 metros de altura, el primero de la historia fue el Home Insurance Building (ya desparecido), que se edificó en Chicago en 1885.
Conforme pasaban los años, los rascacielos fueron ganando altura y, en la actualidad, el techo del mundo se sitúa en Dubai, ciudad asiática donde se levanta el Burj Khalifa, un coloso de 828 metros.
Diferentes definiciones para los rascacielos
A la hora de definir un rascacielos, suele decirse que se trata de un edificio de gran altura en cuyas plantas, normalmente, se encuentran viviendas y oficinas.
A nivel popular, está muy extendida la idea de que superar los 100 o, incluso, los 150 metros son las medidas que diferencian los edificios en altura de los rascacielos. Sin embargo, no existen criterios que establezcan a partir de qué altura una construcción se considera un rascacielos.
En cambio, lo que sí se toma en consideración es la afirmación del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (fundado en 1969 por Lynn S. Beedle en la Universidad de Lehigh en Bethlehem, Pensilvania), que concluye que un edificio puede denominarse rascacielos si, en su diseño, lo vertical prima sobre lo horizontal.
Matizaciones a la definición de rascacielos
Además de lo establecido por el consejo, a la hora de calificar una construcción como rascacielos, es importante tener en cuenta:
- Las alturas de la mayoría de los edificios de las ciudades donde se encuentran
- También del país
- Si son las estructuras más elevadas del entorno
- Y, por último, pero no menos importante, su denominación
Rascacielos a la española
Los rascacielos españoles recogidos en este artículo son aquellos que cumplen con los supuestos del apartado anterior y con lo afirmado por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano.
Por tanto, según la altura media de los edificios de España, salvo alguna excepción, hemos tomado como rascacielos todo edificio que alcance, como mínimo, los 50 metros.
Asimismo, tal y como indica el titular, los rascacielos españoles que ilustran el texto son aquellos levantados hasta 1960.
A partir de 1961, la arquitectura del estilo Internacional y la conocida como Moderna (no hay que confundirla con el Modernismo) se convirtieron en las más comunes en los edificios altos españoles y, por tanto, dejaron de tener la apariencia asociada a los primeros rascacielos estadounidenses.
Las torres de la catedrales, involuntarios rascacielos españoles
En la mayoría de las catedrales de España, las torres forman parte de los edificios, es decir, no son exentas. Debido a ello, no podría aplicarse el supuesto de que prevalece la idea vertical sobre la horizontal.
Sin embargo, el hecho de que, aún hoy, sean los edificios más altos de las ciudades donde se encuentran, hace que en Cultura Diversa las consideremos como los primeros rascacielos españoles.
También hemos metido en este grupo la Torre de Hércules, de época romana.
Eso sí, como fueron construidas antes de la acuñación del término rascacielos, de aquí en adelante y a modo de curiosidad, las llamaremos rascacielos involuntarios.
Las torres que queremos destacar, cuyas fotos proceden de Wikimedia Commons, son aquellas que superan los 50 metros y que, además, tienen sentido o podrían existir sin necesidad de formar parte del resto de las catedrales (al pasar el ratón por encima de cada imagen, aparece más información de interés):
Primeros rascacielos de Barcelona
A pesar de la importancia económica que tenía y tiene Barcelona, la inmensa mayoría de los primeros rascacielos españoles se construyeron en Madrid.
Así, hasta 1960 (este incluido), fueron 6 los edificios en altura con los que contó la Ciudad Condal (al colocar el ratón encima de cada imagen, se muestran más datos de interés):
Primeros rascacielos de Madrid
El primer rascacielos de la capital fue la sede del Círculo de Bellas Artes (1926) de Antonio Palacios. Mide 68 metros de altura y fue el primero de los 21 que se construyeron en Madrid hasta que terminó 1960.
Edificio del Círculo de Bellas Artes
Palacio de la Prensa
Edificio Telefónica
Edificio de La Unión y el Fénix Español
Edificio Carrión o Capitol
Banco Vitalicio
Casa Sindical de Madrid (actual Ministerio de Sanidad)
Concebida por Francisco de Asís Cabrero Torres-Quevedo y Rafael de Aburto, la Casa Sindical de Madrid (1951), además de uno de los primeros rascacielos españoles, fue la primera obra para una institución franquista que recuperó la arquitectura racionalista.
Torres-Quevedo había viajado a Italia y se había dejado seducir por el Racionalismo fascista de la Casa del Fascio (1936, Como) o del Palazzo della Civiltà (1953, Roma).
Así, aunque la Casa Sindical sigue enmarcándose en la arquitectura franquista Imperial, la intención de sus autores no consistía en emular el pasado imperial de España, sino en demostrar la fuerza del régimen dictatorial, también, en el terreno del Movimiento Moderno.
Torre de Pintor Rosales, 82
Torre Ibiza o Edificio Bancaya
Edificio España
Gran Vía, 30 (antiguo Banco Coca y Teatro Fontalba)
De todos los edificios mostrados, merece mención especial el situado en Gran Vía 30, ya que el aspecto que muestra en la actualidad es muy distinto al del momento de su construcción (1924).
Proyectado por José López Salaberry y Teodoro de Anasagasti, entonces, se llamaba Teatro Fontalba y la altura del cuerpo central sobrepasaba, por poco, la sexta planta de las torres laterales.
En 1954, el cuerpo central fue derruido y sustituido por un rascacielos de 62 metros de altura, diseñado por Luis Blanco Soler. Allí, tuvo su sede el desaparecido Banco Coca.
Años después, en la década de los 90, se realizó una rehabilitación integral del edificio, a cargo de Federico Echevarría, quien reconcilió el pasado y el presente de todo el inmueble.
Presidente Carmona, 1 y 2
Torre de Pintor Rosales, 48
Torre de Madrid
Torre Modesto Lafuente, 45
Plaza Cristo Rey, 4
Edificio Huarte (paseo de la Castellana, 116-118)
Concha Espina, 8 y 6
Torre de Paseo de Moret, 7
Aunque en la imagen no se muestre, como sus hermanas mayores en Pintor Rosales, la torre del Paseo de Moret 7 (esquina con Ferraz 85) dispone de un tejado de pizarra a 4 aguas.
Además, al igual que la del número 82, por unos centímetros, no alcanza los 50 metros de altura. De hecho, este edificio con el que finalizan los primeros rascacielos españoles de Madrid mide 49,81.
Primeros rascacielos de Valencia
En la actual tercera ciudad más poblada del país, se construyeron 5 de los primeros rascacielos españoles.
Casi cada uno de ellos pertenece a un estilo arquitectónico diferente. El primero reproduce el aire de la Gran Vía de Madrid, el segundo, tercero y quinto son de estilo Internacional y el cuarto, de Racionalismo expresionista.
Edificio Los Sótanos
Torre de Valencia
Carrer de Sagunto, 1
Edificio Merle
Gran Vía del Marqués de Turia, 2
Primeros rascacielos de Bilbao
Gracias a la pujanza de su economía, basada sobre todo en la industria siderúrgica, Bilbao llegó a ser la séptima ciudad más poblada del país (ahora es la décima con 80.000 habitantes menos).
Por eso, no es de extrañar que un número importante de los primeros rascacielos españoles se edificaran allí.
El Rascacielos de Bailén, un Home Insurance Building a la española
El edificio encargado de abrir la veda de la construcción en altura de Bilbao fue el Rascacielos de Bailén. Solo mide 43 metros, pero forma parte de los primeros rascacielos españoles porque contiene la palabra rascacielos en su denominación.
Además, como puede apreciarse en las imágenes, la verticalidad prima sobre la horizontalidad, por lo que es un rascacielos español de pleno derecho.
Diseñado por José María Chapa y Manuel Ignacio Galíndez, engrosa la extensa lista de inmuebles Art Decó de Bilbao y estuvo finalizado en 1946.
Clúster en el barrio de Otxarkoaga
El resto de los primeros rascacielos de Bilbao son 8 y se levantaron en el barrio de Otxarkoaga en 1960. Conocido en 1959 como el Poblado dirigido de Ocharcoaga, se trata de un distrito construido para acabar con el chabolismo en la ciudad.
De los 114 edificios de viviendas que se edificaron en el lugar, 8 fueron las torres de 15 plantas con las que se cierra este artículo sobre los primeros rascacielos españoles.
Continuará… en un segundo artículo sobre los primeros rascacielos españoles 😉