El Modernismo en Madrid, mucho más que el Palacio Longoria
Como puede apreciarse en la imagen, la Casa familia de la Peña figura en la lista de inmuebles del Modernismo madrileño por su escalera y la decoración de los miradores. Junto a ellos, los detalles ya señalados del Centro ABC constituyen los únicos visos de arquitectura modernista en la Castellana.
En la frontera entre la Castellana y el Prado, en la Plaza de Cibeles, se levanta el Palacio de Comunicaciones. Aunque el actual Ayuntamiento de Madrid es una obra neoplateresca, sí contiene ligeros toques modernistas, como el arco de la fotografía. Sin embargo, ni siquiera se encuentra en el eje, ya que da a la calle Alcalá.
Por último, destacar que, si bien el Salón Real del Hotel Ritz incorpora curvas Art Nouveau, este estilo no tiene réplica en sus fachadas. De hecho, el exterior bebe del estilo afrancesado de multitud de palacetes de la Castellana, Recoletos y el Prado.
¿Modernismo, Art Nouveau, Art Decó o Belle Époque?
A menudo, estos 4 términos son utilizados como sinónimos. Por ello, se hace vital aclarar a qué movimiento arquitectónico hace referencia cada uno de ellos.
Tal y como recoge la Enciclopedia de El País, el Modernismo es un movimiento artístico común a la pintura, arquitectura, música y la literatura.
Surgió a finales del siglo XIX como contrapunto al Historicismo académico (la imposición de la imitación del pasado medieval o clásico). A este período de tiempo, también, se le dio el nombre de Belle Époque.
Diferentes denominaciones para un mismo estilo
Para les historiadores Óscar Da Rocha Aranda (del Arte y Doctor) y Ricardo Muñoz Fajardo (Moderna y Contemporánea), el Modernismo se caracteriza por:
- Un sentido eminentemente naturalista
- La integración de formas sinuosas, ondulantes y femeninas
- Recurrir a una profusa decoración de carácter orgánico y vegetal
En cada país recibió un nombre distinto:
- Art Nouveau (Francia y Bélgica)
- Sezessionsstil (Austria)
- Modern Style (Reino Unido)
A partir de los años 20 del siglo XX, aparece un nuevo movimiento: el Art Decó. Este conecta algunas manifestaciones modernistas con el Racionalismo y se caracteriza por formas estilizadas y dinámicas.
Particularidades del Modernismo madrileño
A finales del siglo XIX, Madrid, al no ser una ciudad industrial, no contaba con una burguesía promotora de nuevos modelos arquitectónicos como sí la tenía Barcelona, Bruselas o París.
La que había estaba aristocratizada y lo demostraba construyendo suntuosos palacetes afrancesados en los paseos de la Castellana, Recoletos o Prado.
Además, en la capital, la influencia de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando en la Escuela Superior de Arquitectura continuaba siendo muy fuerte y el Eclecticismo Historicista, el estilo predilecto.
Sin embargo, ideas regeneracionistas, como un afán cosmopolita, aparecidas tras el desastre del 98, permitieron una progresiva implantación del Modernismo, pero no de uno cualquiera, sino de uno propio denominado Modernismo madrileño.
La importancia del eclecticismo hizo que el Modernismo madrileño tuviese, sobre todo, una función ornamental y un carácter sereno.
Así se expresó, mayoritariamente, en los acabados decorativos de fachadas e interiores (puertas, miradores, escaleras, vitrales…) de edificios que, en la mayoría de los casos, presentan estructuras fieles a los patrones tradicionales.
Etapas del Modernismo madrileño
1) Primeras muestras (1896-1904)
En este tiempo, se producen tímidas aportaciones de carácter aislado, como en las rejerías y vidrieras de la antigua sede de la Revista Blanco y Negro (1896, primera muestra modernista en Madrid) o los miradores y barandillas del número 3 de la Avenida de la Albufera.
Durante esos 8 años, se levantaron 20 edificios adscritos al Modernismo madrileño.
La construcción del Palacio de Longoria (1902-04), obra maestra del Modernismo madrileño, abrió una nueva etapa para el Art Nouveau en Madrid.
2) Apogeo (1905-1914)
En 1904, se dieron cita en Madrid 3 eventos cruciales para el desarrollo del Modernismo en la ciudad:
- El concurso internacional para la construcción del Casino
- La Exposición Nacional de Bellas Artes, que aglutinó un importante número de obras modernistas en todas las disciplinas artísticas
- El VI Congreso Internacional de Arquitectos (debate internacional sobre el Modernismo)
Tras estas citas y, hasta 1914, más de 150 construcciones contaron con elementos modernistas.
3) Pervivencias y epígonos (1915-1923)
Debido a la expansión del Regionalismo en la arquitectura (contrario a la inclusión de elementos extranjeros en los estilos autóctonos), el llamado Eclecticismo Nacionalista, se inició un camino de progresiva desaparición del Modernismo más cosmopolita y afrancesado.
Ello explica que la salida a la Castellana de la sede de la revista Blanco y Negro (por Aníbal González, 1926) presente un aspecto regionalista sevillano con ligeros tintes modernistas en las rejerías. A pesar de esa reducción en la calidad, se levantan más de 10 importantes edificios de Modernismo tardío.
4) Neo Modernismo (1978)
En el año de la aprobación de la actual Constitución española abre, en el número 31 del Paseo de Recoletos, el café-restaurante El Espejo. Lo hace en un local cuyo uso anterior era las oficinas de una compañía naviera y en un espacio urbano donde el Modernismo pasó de puntillas.
Fueron les responsables del restaurante quienes, partiendo desde cero, decidieron recrear en Madrid un bistró parisien de estilo Art Nouveau, como los muchos que existen originales en París desde 1900.
Galería de fotos por el Modernismo madrileño
Da Rocha Aranda y Muñoz Fajardo publicaron en 2007 “Madrid modernista: guía de arquitectura” de cuyas páginas bebe gran parte de este artículo.
En el libro, les historiadores recogen hasta 199 construcciones de Modernismo madrileño. Los ejemplos más sobresalientes de la guía y otros procedentes de diferentes fuentes aparecen recogidos en la entrada “9 rutas por el Madrid modernista“.