El Madrid de David Otero en Como Tú
Este 3 de abril se ha publicado Otero y Yo (Vol. 1), el primero de los 3 EPs con los que David Otero repasa y reinterpreta algunos de los temas que han marcado su carrera hasta el momento. Junto a las revisiones de Una Foto en Blanco y Negro (2003), Buscando el Sol (2010) y Aire (2017), se incluye la nueva Como Tú de David Otero, que cuenta con un videoclip en diferentes partes de otro Madrid de interés.
Los 3 distritos de Madrid en Como Tú de David Otero
Un paso fugaz por el oeste de Salamanca
Castellana 40
En realidad, conformado por Castellana 40 y Castellana 40 Bis, pertenece a un pequeño cluster de edificios de oficinas, donde también se ubican la embajada de Estados Unidos, la sede madrileña del Parlamento Europeo & embajada de Irlanda, la del Registro Mercantil, Castellana 40, Serrano 67, 69, 71 y 73.
De los 10 inmuebles mencionados, destacan:
- La embajada de EEUU (1950), que se enmarca en el Estilo Internacional influido por el Brutalismo racionalista (como el que mostraba Trezor en su vídeo debut). Diseñada por Leland W. King , Ernest Warlon y Mariano Garrigues Díaz-Cañabate, se parece a la embajada del país en La Habana.
- El antiguo Edificio Bankunión (José Antonio Corrales Gutiérrez y Ramón Vázquez Molezún, 1972), ahora oficinas del Parlamento Europeo y sede de la embajada irlandesa. De influencias post-modernas, cuenta con una gran bóveda de cañón.
- Serrano 69 (1979), de Fernando Higueras, donde una vez más aúna hormigón y vegetación, como vimos al analizar el regreso de Cher Lloyd
- Serrano 67 (también sale en Como Tú de David Otero), data de 1975 y su atractivo reside en las láminas de hormigón que “enjaulan” las fachadas
Paso elevado Enrique de la Mata Gorostizaga
Más conocido como puente de Eduardo Dato, conecta la glorieta de Rubén Darío (Chamberí) con la calle Juan Bravo. Obra de José Antonio Fernández Ordóñez, Alberto Corral López-Dóriga y Julio Martínez Calzón, se construyó entre 1968 y 1970.
Bajo el tablero, que salva una distancia de 320 metros, se ubica el Museo de Escultura Al Aire Libre de la Castellana, donde también se han grabado algunos planos de Como Tú de David Otero.
En concreto, en la zona de Salamanca (cascada y escaleras que bajan al paseo, que reposan sobre lo que serían las terrazas del antiguo arroyo Castellana).
La historia del puente de Eduardo Dato
Construir viaductos urbanos suele estar ligado al crecimiento de las ciudades, como bien saben, por ejemplo, en Teruel. En el caso del de Enrique de la Mata, también, dada la imparable expansión que la capital vivió desde la finalización de la Guerra Civil (1936-1939).
De hecho, desde 1940 a 1960, el término municipal de Madrid absorbe a otros más pequeños de sus alrededores: ¡13 en total!
Todo ello provocó un extraordinario aumento del tráfico y la necesidad de desatascar diversas zonas mediante los llamados scalextric, como el que nos ocupa, el de Cuatro Caminos, Atocha, Francisco Silvela, Pacífico o el de Puente de Vallecas.
Para el que une Chamberí con Salamanca, Fernández, Corral y Martínez se encontraron con una dificultad extra: bajo el paseo, discurre la línea 5 de metro y se encuentra la estación de Rubén Darío, cuya estructura no estaba preparada para soportar la carga del puente.
Así, de una forma similar a lo que Sáenz de Oíza, Fernández Casado, Fernández Troyano y Manterola discurrieron para la Torre BBVA (1981), proyectaron un viaducto de 5 tramos con el que repartieron y alejaron la carga.
Parroquia de San Francisco de Borja
Aspecto añejo, ladrillo y piedra vistos, tejados de pizarra y una fecha de construcción posterior a la Guerra Civil. La suma de todos estos elementos solo puede dar como resultado la vertiente neobarroca de la arquitectura Franquista Imperial, parte esencial para la “reconstrucción moral” de España.
Diseñada por Francisco de Asís Fort, la iglesia de San Francisco de Borja se levantó entre 1946 y 1950. Bastante más espartana en su fachada a Claudio Coello, fue testigo del atentado de ETA (20 de diciembre de 1973) donde murió Carrero Blanco, entonces presidente del Gobierno, tras asistir a su misa diaria en el templo.
A lo lejos, el señorial Almagro de Chamberí
2 inmuebles de viviendas para el marqués de Oquendo (1)
Como muchos edificios de Madrid de la época, podría pasar por un palacio al uso. Sin embargo, nunca lo fue del todo, ya que formaba parte de un complejo de 2 bloques, encargados por Ricardo María Narváez (marqués de Oquendo) a Mariano Carderera Ponzán.
De ellos, el que se vislumbra en Como Tú de David Otero, descrito como casa-palacio, fue el primero en proyectarse y terminarse (1907).
Ecléctico clasicista, su marcada sobriedad (a excepción de la que presenta el mirador del chaflán) contrasta con el segundo inmueble (Fortuny, 39, de 1915), aunque conserva el protagonismo del ladrillo.
En este sentido, si la casa-palacio se enmarca en los rígidos postulados de la arquitectura academicista, Fortuny 39 abre la puerta a un tímido Art Nouveau, aderezado con elementos propios del eclecticismo afrancesado.
Por último, entre medias de estas 2 creaciones de Carderera Ponzán, se sitúa un acceso (Fortuny, 41, de 1910) que da paso al patio que comparten, cuyo interior es neomudéjar.
Eduardo Dato, 23 (2)
Por fuera, este inmueble de 3 portales (uno por cada vía en la que tiene fachadas) parece uno más entre todos esos elegantes bloques de apartamentos, de estética cuidada y minimalista, para personas acomodadas, levantados durante el franquismo.
En cambio, por dentro, la historia cambia y da cuenta del clasismo que aún imperaba en España cuando se construyó: 1957.
Por aquel entonces, el país seguía en la Posguerra y Rafael Barrios Barrios concibió el interior del edificio para que el servicio no tuviera ningún tipo de contacto (ni físico ni visual) con les residentes, cuando se movieran por el edificio.
Palacio del Marqués de Ibarra (3)
Afín ideológicamente al bando sublevado, Pedro Muguruza Otaño no tuvo ningún problema para desempeñar su profesión tras la Guerra Civil.
Célebre por proyectar el Palacio de la Prensa (uno de los rascacielos más antiguos de España), el edificio Colliseum, el Mercado de Maravillas o el infame Valle de los Caídos, desde antes de la contienda ya daba muestras de añorar estilos arquitectónicos alejados de la vanguardia.
Gran parte de ese interés por recuperar y reformular arquitecturas propias del pasado se lo debe a Antonio Palacios, puesto que, nada más titularse (1916), arrancó su carrera en su estudio. Además, 4 años después, unirían fuerzas para diseñar el Banco de Madrid (iba a levantarse en la calle Mayor, pero nunca se construyó).
Ya en 1929 y habiendo desvinculado su trabajo del de Palacios, confirma que se mantiene fiel a su gusto por la monumentalidad con el Palacio del Marqués de Ibarra, un bloque de viviendas, cuya fachada neoplateresca rinde homenaje a la del rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares (de Rodrigo Gil de Hontañón y 1553)
Eso sí, al igual que en la posterior arquitectura Franquista Imperial, lo único arcaico es el acabado final, ya que la estructura es de hormigón armado.
Museo e Instituto de Valencia de Don Juan (4): Neomudéjar alhambrista
En 1950, la piqueta se llevó por delante la Alhambra madrileña más famosa en la actualidad: el Palacio Xifré (1862). Joya neomudéjar donde las haya y una pérdida irreparable para el patrimonio de la capital, no fue la única imitación del arte nazarí que poseía.
Justo donde ahora se sitúan el Hotel Villa Magna y la Torre de Serrano, se encontraba el Palacio de Anglada o de Larios (años 70 del siglo XIX a los 60 del XX) y su patio, prácticamente, a imagen y semejanza del de los Leones de la Alhambra.
Además, en el actual emplazamiento del modernista Hotel de la Reina Victoria, teníamos el Palacio de los Condes de Montijo y Teba (1810-1916), que contaba con el neomudéjar salón de tertulias (diseñado en torno a 1850). Asimismo, en El Retiro, existía un templete alhambrista: el Pabellón Real o Árabe (1883-mediados del siglo XX).
No todo el Alhambrismo de Madrid ha desparecido
Ante la destrucción de esos tesoros, nos queda como consuelo la enorme colección de edificios neomudéjar que posee Madrid. De hecho, es la ciudad del mundo con mayor cantidad de obras neomudéjar y tiene en el Museo e Instituto de Valencia de Don Juan uno de sus ejemplos más completos.
En este sentido, donde multitud de edificios de la villa conjugan fachadas neomudéjar con interiores neogóticos, el que nos ocupa como parte del vídeo de Como Tú de David Otero lo es por dentro y por fuera.
Respecto a la parte exterior del Instituto de Valencia de Don Juan, se construyó en 4 fases. Enrique Fort Guyenet diseñó el edificio primigenio, un palacete inspirado en La Giralda de Sevilla, para el matrimonio formado por Guillermo de Osma y Adelaida Crooke (condesa de Valencia de Don Juan).
Levantado entre 1889 y 1893, llevaba por nombre Hotel de Don Guillermo de Osma (en el pasado, hotel era sinónimo de residencia o vivienda). Solo un año después, Crooke, una de las primeras fotógrafas amateur de España, inmortalizaba el palacete en la siguiente captura:
Una ampliación curiosa
En 1915, el actual Museo e Instituto de Valencia de Don Juan cuenta con un añadido por la calle Fortuny, diseñado por Luis Mosteiro Canas en 1912.
Pasado un lustro de este último año, Vicente García Cabrera agrega otro bloque a la izquierda del añadido: un pabellón neomudéjar, sobre parte del jardín, dotado de una portada neogótica que rompe con la estética del conjunto.
El Hotel de Don Guillermo de Osma se convierte en museo
Dado que el matrimonio de Osma-Crooke no tuvo descendencia, decidió transformar su residencia en un museo. Por este motivo, se levantó el pabellón del apartado anterior, para dar cabida a todas las piezas de arte que habían coleccionado en vida y a otras heredadas de sus respectivas familias.
Más de 700 pergaminos medievales, diferentes documentos de les Reyes Católicos y Felipe II o multitud de arte suntuario hacen de este un gran museo en materia arqueológica.
Ya en 1946, Modesto López Otero suma al Museo e Instituto de Valencia de Don Juan su última ampliación: el pabellón oeste.
Pegado al Palacio del Marqués de Ibarra, es idéntico al de Cabrera, salvo en la fachada a Eduardo Dato, que optó por diseñarla como el Neomudéjar mayoritario del conjunto.
Otros ejemplos de Alhambrismo madrileño que perduran
El distrito de Carabachel cuenta con un palacio del marqués de Salamanca: la Quinta de Vista Alegre. Propiedad de la Familia Real desde 1832 hasta 1859, su edificio principal es el Palacio de Vista Alegre.
Iniciado en 1834, las reformas encargadas por el marqués a Narciso Pascual y Colomer (1859 a 1863) le proporcionaron su época de mayor esplendor y el todavía existente Salón Árabe.
En un estado lamentable, que exige una urgente rehabilitación, pervive esta estancia que, más de 9 años de anunciarse su recuperación, continúa olvidada para el gobierno de la Comunidad de Madrid y deteriorándose.
Por último, justo en el gran protagonista del vídeo de Como Tú de David Otero, el Salón de Reinos, se ubica otra importante y poco conocida Sala Árabe, que explicamos al final del artículo.
Palacio de los marqueses de Bermejillo del Rey (5)
Al igual que el Instituto Valencia de Don Juan, el contiguo palacio (hoy sede del Defensor del Pueblo) apenas sale en el vídeo de Como Tú de David Otero, pero su breve presencia nos sirve para dar a conocer que el Historicismo español en el que se enmarca fue de autoría alemana.
Sí, Frank Rank recibió de la marquesa de Bermejillo del Rey la tarea de cambiar por completo el aspecto ecléctico-parisino que Francisco Reynals Toledo había proporcionado al inmueble.
Apasionada de la arquitectura española del siglo XVI, deseaba dotar de impronta nacional su residencia madrileña. Para ello, Rank viajó por todo el país y sostuvo su diseño sobre 3 influencias principales: el Palacio de Caicedo (Granada) y las construcciones renacentistas de Salamanca y Alcalá de Henares.
En 1913, se terminaba este Palacio de los marqueses de Bermejillo del Rey, que también incluye Neomudéjar en su interior. De hecho, se trata, más bien, de Mudéjar porque parte de sus techos contienen artesonados auténticos en este estilo, rescatados-robados de Granada.
Nota: el Regionalismo arquitectónico no se dio por casualidad
España, a principios del siglo XX, buscaba su identidad. Hasta 1898, éramos un imperio. Maltrecho, sí, en horas bajas, también, pero una potencia con territorios en ultramar.
De esta manera, el Desastre del 98, es decir, el resultado de la guerra hispano-estadounidense de 1898, Tratado de París mediante, arrebató a España las provincias de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam. Moría el imperio español y nacía el estadounidense, al que fueron a parar nuestras posesiones.
A nivel emocional, aunque otros países de nuestro entorno también habían perdido colonias recientemente, la derrota y el nuevo estatus de país europeo (con algunas posesiones en África) nos sumió en una profunda crisis de identidad.
Este trauma dio lugar a la Generación del 98 en el mundo de la literatura, la ideología del regeneracionismo o, también, a la vertiente regionalista del Historicismo.
Así, España y sus regiones buscaron su identidad y retrocedieron a un pasado grande e idealizado… que es, básicamente, lo que la dictadura franquista copió para sacarse de la manga la arquitectura Franquista Imperial.
De hecho, ya existía, pero con otro nombre y sin connotaciones fascistas:
Castellana, 35 (6)
Terminado en 1978, este edificio de oficinas no reviste más interés que el de haber contado con diferentes denominaciones en sus 40 años largos de historia: sede del banco Crédit Lyonnais, Aresbank, de Caja Duero o Deka Immobilien.
Más interesantes resultaban los inmuebles que lo precedieron, los desaparecidos palacios del Barrio de Indo.
Aunque es difícil, porque comparten nombre, no hay que confundir el antiguo Palacio de Indo (donde ahora se encuentra el rascacielos La Unión y el Fénix) con los palacetes del Barrio de Indo.
Todos propiedad de Miguel Sáinz de Indo, los palacetes fueron 4. Levantados entre 1872 y 1874 y diseñados por Agustín Ortiz Villajos, 3 de ellos (siempre destinados al alquiler) contaban con 2 plantas y, al construirse pegados, se les considera pioneros de los chalets adosados.
El cuarto, denominado Palacete del Conde de Moriles, fue el que aparece dentro del recuadro rojo de la imagen sobre estas líneas. De 1872, contaba con un singular torreón octogonal.
Edificio Fortuny (7)
Al lado de Castellana 35, emerge el Palacete de Don Eduardo Adcoch y, en lo que fue su jardín, Rafael de La Hoz erigió este “jardín habitado”: el Edificio Fortuny. Concluido en 2008, su estructura exterior de acero se asemeja a las ramas de los antiguos árboles de esta zona verde.
Salvo por las ramas artificiales de las fachadas lateral curva y a Rafael Calvo, el resto del inmueble hace gala de un minimalismo que tiene su máximo exponente en la ausencia de pilares interiores.
Dado que el palacete alberga la Fundación Rafael del Pino desde 1999, el jardín habitado de Rafael de La Hoz es una extensión de la misma e incluye un auditorio con capacidad para 250 personas.
Palacete de Don Eduardo Adcoch (8)
En un envidiable estado de conservación se encuentra este palacete proyectado por José López Sallaberry.
De influencia afrancesada, pero también de la arquitectura renacentista en España (arcos calados del torreón de la izquierda), esta construcción de 1906 se enmarca en el llamado estilo Monterrey (en honor al palacio salmantino del mismo nombre).
Edificio Allianz (9)
Situado en el número 39 del Paseo de la Castellana y obra de Javier Carvajal, el Edificio Allianz se terminó en 1978. Su irregular planta no fue el resultado de formar parte de la glorieta de Emilio Castelar, sino al Plan de Remodelación del Paseo de la Castellana.
Esta normativa impedía que se construyera en los 20 metros que separan el límite de la acera (en el lado contrario al de la calzada) con la línea donde se encuentra el inmueble. Dado que el paseo se curva para acoger la glorieta, los 20 metros no eran lineales y, de ahí, el escalonamiento de la fachada.
También existían restricciones de altura y, como la promotora quería que se aprovecharan todas las posibilidades del solar, Carvajal concibió un edificio compuesto por un bloque prismático y otro, cuya planta se va estrechando hasta conformar una especie de triángulo recto truncado.
El barrio de los Jerónimos, protagonista en Como Tú de David Otero
Aunque el vídeo de Como Tú de David Otero muestra más edificios de Chamberí que del distrito Retiro, lo cierto es que solo los enseña de pasada y por casualidad.
En cambio, los que se sitúan en el entorno del Salón de Reinos (imagen de portada) son el alma del clip.
Casa y viviendas de Don Mariano Carderera Potó
El edificio que nos da la bienvenida en Como Tú de David Otero data de 1885. Fue diseñado por Mariano Carderera Ponzán y encargado por su padre (Mariano Carderera y Potó, ilustre figura en el campo de la pedagogía) para que el primer piso se convirtiera en su residencia y los restantes en apartamentos de alquiler.
Aunque la parte más llamativa del inmueble corresponde al mirador curvo donde confluyen las calles Felipe IV y de Moreto, como se aprecia en el vídeo de Como Tú de David Otero, no se trata de la fachada principal, sino de un chaflán que aprovechó al máximo la forma oval de esa parte de la parcela.
Pasados unos años de la inauguración de la viviendas de Don Mariano Carderera Potó, otros edificios de la zona imitaron su chaflán con mirador curvo:
- Viviendas para Don Valentín Morales en Alfonso XII, 22 (de José Marañón Gómez-Acebo y 1893)
- Residencia para Don Miguel López Martínez en Felipe IV, 9 (de Gómez-Acebo y 1894)
- Ilustre Colegio Notarial de Madrid en Ruiz de Alarcón, 3 (también de Gómez-Acebo y 1888)
- Casa para Doña Catalina Sureda en Antonio Maura, 3 (de Daniel Zavala Álvarez y 1903)
Y, también, estos chaflanes se extendieron a otras zonas de Madrid
- Edificio para Don Balbino y Doña Juliana Cerrada en Mayor, 3, Centro (Mariano López Sánchez y Manuel Medrano Huetos, 1906)
- Casa para Don Modesto González en Fuencarral, 132, Chamberí (Plácido Francés Mexía y 1912)
- Sagasta, 25 (Chamberí, Julio Martínez-Zapata Rodríguez y 1914)
- Viviendas para Don Aquilino Picado Velasco en Santa Engracia, 179, Chamberí (Eduardo Sánchez Eznarriaga y 1915)
Tres edificios de viviendas para Gutiérrez y Abascal
Entre 1886 y 1887, se levantaron estos 3 bloques idénticos de los números 8, 10 y 12 de Felipe IV. Todos obra de José Marañón Gómez-Acebo, sus fachadas frontales y traseras presentan diseños similares, pero dotados de diferencias de clase.
Por ejemplo, en las principales, abundan los adornos en yeso blanco (sillares, balcones laterales, dinteles y cornisas) y el ladrillo fino. En cambio, las posteriores cuentan con disposiciones neomudéjar del ladrillo, presencia testimonial de yeso y, eso sí, miradores acristalados.
¿Qué motivó estas diferencias? Como adelantábamos, diferencias de clase. Para las portadas nobles-burguesas, el ladrillo visto no podía ser el material con mayor protagonismo o el único. Esto último era exclusivo para viviendas de clase inferior.
En el caso del edificio que nos ocupa, las fachadas traseras tenían los accesos para los carruajes y los locales comerciales.
Méndez Núñez, 17
Más allá de ser un ejemplo clásico y discreto de la arquitectura Franquista Imperial, la actual sede de la Fundación Santillana funcionó como British Institute (lo que ahora conocemos como British Council), institución fundamental para la huida, por España, de personas, sobre todo de etnia judía, perseguidas por la Alemania nazi.
Al frente del British Institute estaba Walter Fitzwilliam Starkie (célebre hispanista procedente de Irlanda, pasado fascista y de fe católica), en cuyo círculo social se encontraba Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó (duque de Alba y embajador de España en Londres), amistad que aprovechó para establecer a pocos metros del Hotel Ritz (plagado de espías durante la II Guerra Mundial) una institución cultural de tapadera.
En este punto, se hace importante destacar que en 1940 Reino Unido era la única potencia de Europa, no afín a las del Eje, que no había sucumbido al dominio nazi. Además, para mantener esa particularidad, España no tenía que entrar en la guerra, entre otras razones, porque Gibraltar (británico desde 1713) forma parte de la península Ibérica.
Así las cosas, Fitzwilliam Starkie tenía como gran objetivo que España siguiera sin participar en el conflicto bélico y ello solo podía lograrlo cultivando unas buenas relaciones británico-españolas, a través de personalidades esenciales del régimen franquista que no fueran fascistas o, al menos, no simpatizantes del fascismo nazi.
Margarita Kearney Taylor y Eduardo Martínez Alonso, esenciales en los planes de Starkie
De esta manera, junto a la colaboración de Margarita Kearney Taylor (británica residente-agente en España y fundadora de Embassy) y Eduardo Martínez Alonso (vigués de nacimiento, vivió desde su infancia tardía en Reino Unido, donde estudió y se graduó en Medicina) elabora rutas hacia Portugal y Reino Unido con las que miles de personas pudieron escapar de la persecución del nazismo.
Martínez Alonso, por cierto, tuvo que tomar una de esas rutas para huir de la Gestapo. Su vinculación al país británico le había llevado a ejercer su profesión en la embajada del Reino Unido en Madrid y en el mismo British Institute.
Asimismo, desde 1939, fue agente del servicio secreto británico, puesto con el que, valiéndose de su título en Medicina, liberó a 365 presos polacos del campo de concentración de Miranda de Ebro. En general, se estima que salvó la vida de 30.000 personas perseguidas por el Tercer Reich.
Palacio de Bruno Zaldo
Como las viviendas para Gutiérrez y Abascal, este palacio mandado construir por Bruno Zaldo y Rivera cuenta con más o menos porcentaje de ladrillo visto en función de la clase social.
Aunque en Como Tú de David Otero solo vemos la fachada a Felipe IV, esa es la trasera, donde se encuentra la antigua puerta para la servidumbre. Por ello, aunque mantiene las líneas clasicistas del resto, la abundante presencia de piedra blanca tiene un diseño más sobrio.
En cambio, en las otras 3 y los 2 chaflanes, Eduardo de Adaro Magro diseñó una profusa riqueza ornamental, que tiene en los miradores, cornisa y pináculos neorrenacentistas su máxima expresión.
Casón del Buen Retiro
Aunque su existencia se remonta a la del Palacio del Buen Retiro (1630), del que formaba parte, su apariencia es, radicalmente, distinta. En 1869, lo que quedaba del Casón del Buen Retiro fue rehabilitado por Ricardo Velázquez Bosco y Mariano Carderera y Ponzán.
Velázquez Bosco se encargó de la fachada posterior (la que sale en Como Tú de David Otero) y la dotó de un purista Neoclásico. Por su parte, Carderera y Ponzán proporcionó a la principal un aspecto similar al de la obra cumbre del neoclasicismo español: el Museo del Prado (1787, de Juan de Villanueva).
Curiosamente, 102 años después, el Casón del Buen Retiro se convirtió en parte de la pinacoteca.
Real Academia Española de la Lengua
Durante un acelerado travelling circular del videoclip de Como Tú de David Otero, vemos la fachada posterior de la Real Academia de la Lengua. Se trata de un magnífico edificio neoclásico, inspirado en los templos griegos, que Miguel Aguado de la Sierra diseñó para la institución que lo ocupa.
Terminado en 1894, ostenta la categoría de monumento desde febrero de 1998.
Iglesia de los Jerónimos
En el mismo travelling de la Real Academia, durante un microsegundo, se vislumbra uno de los contrafuertes de este templo gótico isabelino y neogótico.
Su fecha original de construcción se remonta a 1503, como nuevo monasterio para monjes de la orden de Los Jerónimos (tras 38 años de convivencia en otro situado en el Camino de El Pardo).
Fundado por Enrique IV de Castilla en 1464, ese primer monasterio era insalubre, dada su proximidad al río Manzanares. Por ello, en 1502, los Reyes Católicos decidieron que necesitaba otra ubicación y escogieron un terreno en el, entonces lejano al centro de Madrid, prado alto del arroyo Abroñigal.
Aunque no está 100% confirmado, se le atribuye a Enrique Egas el diseño de este nuevo monasterio, quien se habría inspirado en el de San Juan de los Reyes de Toledo (obra de Juan Guas y Egas Cueman) y en el Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila (Martín de Solórzano).
Gracias a Los Jerónimos tenemos el parque de El Retiro
Como se aprecia en las imágenes, estos 3 edificios religiosos presentan muchas similitudes. De ellas, la principal es contar con una única y alargada nave, cuyas bóvedas son de crucería, a la que se le añade uno o más claustros orientados al sur.
Ya no se conserva, pero en la cara norte de la nave de Los Jerónimos se levantaba el Cuarto Real, una serie de aposentos para los retiros espirituales de la Familia Real. De esa función procede el nombre del Palacio del Buen Retiro, que tiene sus raíces en el Cuarto Real. Con el paso del tiempo, el concepto de retiro adquirió otro significado: esparcimiento.
Una historia llena de modificaciones
En torno a 1550, al primer claustro de gótico isabelino se le agregó otro de estilo plateresco y, a comienzos del siglo XVII (se desconoce si en la primera o segunda década), Felipe III mandó que el gótico fuera sustituido por el herreriano de Francisco de Mora.
Solo 25 años después, este lavado de cara para el claustro se encontraba en ruinas. Eso sí, la rehabilitación que llevaron a cabo José de Sopeña y Miguel Martínez respetó el diseño de Francisco de Mora y, de hecho, así fue como ha llegado hasta nuestros días.
Al margen del claustro, todo el templo sufrió un considerable deterioro durante la Guerra de la Independencia (hizo las veces de cuartel) y la Desamortización de Mendizábal (1836).
Para ponerle remedio, en 1851, Narciso Pascual y Colomer realizó una profunda restauración. Solo dejó en pie el templo y el claustro. Además, sumó las 2 torres actuales (neogóticas) que flanquean el ábside y recuperó el aspecto inicial de la portada en la fachada principal (la que da al Museo del Prado).
Durante el siglo XX, Los Jerónimos (por cierto, su verdadero nombre es San Jerónimo el Real) vivieron otras 2 reformas. La primera se produjo a propósito del enlace real (1906) entre Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg y fue la escalera monumental que baja al Prado.
Más de 40 años después, en 1948, Francisco Íñiguez Almech suprimió el revestimiento. De esta manera, al dejar visibles el ladrillo y la mampostería, San Jerónimo el Real vuelve a recordar a San Juan de los Reyes de Toledo.
¿Por qué el claustro de Los Jerónimos forma parte del Museo del Prado?
Cuando se hizo imprescindible ampliar el Museo del Prado, el Ministerio de Cultura tomó la decisión de que debía situarse en el lugar del claustro de Los Jerónimos.
Por aquel entonces (finales del siglo XX), todo el conjunto tenía un aspecto lamentable (sobre todo, el claustro), que arrastraba desde los años 20, pese a que en 1925 fue declarado monumento.
Para poner en práctica esa decisión, existía un escollo importante: el claustro era propiedad de la Iglesia. No obstante, pronto se llegó a un acuerdo con la institución. Dicho acuerdo supuso que el claustro y el terreno en el que se encontraba pasaran a titularidad del museo.
A cambio, el Prado tuvo que asumir el coste de las obras de restauración del templo y proporcionarle una nueva casa cural.
De esta manera, el claustro se desmontó y restauró piedra a piedra. La antigua casa cural se destruyó sin contemplaciones y toda la parcela fue vaciada para unirla, de forma subterránea, con el Museo del Prado.
Una vez se erigió el Cubo de Rafael Moneo, en su interior se volvió a montar el claustro. Finalmente, todo el conjunto quedaría inaugurado en 2007.
Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro
Dado que en la pasada Semana de la Arquitectura de Madrid ya hablamos, extensamente, sobre la historia del Salón de Reinos (parte del antiguo Palacio del Buen Retiro), en esta ocasión, nos vamos a centrar en la joya neomudéjar que esconde este palacio neoclásico y herreriano.
Corría el año 1903 cuando se inauguró la Sala Árabe del Salón de Reinos. Obra de Manuel Castaños, maestre de la escultura y yesería, su Neomudéjar no es fruto de la casualidad, sino de que la estancia se dedicaría a la exposición de armas de Boabdil.
Y es que, desde 1841 y hasta 2005, el Salón de Reinos albergó el Museo de Artillería. Desde 2005, todas las colecciones armamentísticas se fueron trasladando al Alcázar de Toledo (oficialmente, es el Museo del Ejército desde 2010) y este resquicio del Palacio del Buen Retiro pasó a formar parte del Museo del Prado.
La Sala Árabe no pertenece al Salón de Reinos original y, por eso, la quieren eliminar
Sí, la palabra es eliminar porque el Museo del Ejército toledano dispone desde 2016 de una minúscula réplica del trabajo de Castaños y parece que el resto (los artesonados del techo, por ejemplo) carece de valor.
¿A qué se debe que la Sala Árabe del Salón de Reinos vaya a engrosar la lista del Madrid desaparecido? A la reforma de Norman Foster y Carlos Rubio con la que la fachada a Méndez Núñez “recuperará su antigua relación con el paisaje”, pero perderá toda conexión con la historia y arquitectura española al destruir esta obra maestra del Alhambrismo madrileño.
Al-Ándalus no fue un paréntesis en la Historia de España y el arte neomudéjar, aunque también existe en otros países, sí puede reivindicarse como uno de esos estilos nacionales que tanto buscamos desde 1898.
Sin embargo, nada de esto importa porque la reforma arrancó en octubre de 2019 y solo es cuestión de tiempo que Madrid pierda la pieza mejor conservada de su Alhambrismo. ¡Qué poca visión, si hasta nos podría traer más turistas!
Sencillamente impresionante, mis dieses