The Curve, co-estrella en M.I.A. de Cher Lloyd
El Brutalismo está empezando a convertirse en tendencia como escenario de videoclips. Ruido de La Prohibida abrió una veda, que continuó al promocionar su dueto con Algora, Bouvet, a la que se apuntó Sharon Van Etten con No One’s Easy to Love. Ahora, llega el turno de Cher Lloyd con el clip de M.I.A, su sencillo de regreso, en el que muestra, sobre todo, uno de los complejos más representativos del Brutalismo de Londres.
M.I.A de Cher Lloyd, una acertada vuelta a sus orígenes
El fracaso comercial de su segunda era
Hace ya más de 5 años de Sorry I’m Late, el excelente e ignorado segundo álbum de Cher Lloyd. Aunque en este trabajo se mantenía fiel a su característica fusión de bubblegum pop, hip hop y r&b, la mayoría de los adelantos del mismo (tanto el segundo sencillo Sirens como los promocionales Alone With Me, Dirty Love y Human) y demás canciones desdibujaban un poco la esencia de su debut.
Dicho de otra manera, su sonido maduró mucho antes que sus fans, que le dieron la espalda. Esta rápida evolución pudo ser resultado de su prematuro matrimonio, celebrado a finales de 2013, cuando Lloyd contaba con solo 20 años de edad.
Un fugaz regreso: Activated
Poco más de 2 años después de Sorry I’m Late, Cher Lloyd lanzaba Activated. Entonces (ahora no está tan claro) un tema de su futuro tercer disco, combinaba hip hop, pop y r&b, dando lugar a un corte tan inmediato y pegadizo como su discografía anterior, pero en un tono alejado de la amabilidad del bubblegum pop.
Desde el punto de vista lírico, Activated exponía que Lloyd se estaba recomponiendo y, como muestra, afirmaba que ya le daban igual las críticas malintencionadas que había recibido y que seguía recibiendo.
La maquinaria se vuelve a poner en marcha con otro sencillo no sencillo
A nivel comercial, no pasó nada con Activated y, salvo por su aparición en el tema 4U (con Joakim Molitor de artista principal, 2018), Lloyd se mantuvo en silencio hasta el lanzamiento de la irónica y satisfactoria None On My Business.
Mediante una melodía r&b de retazos hip hop, Lloyd nos cuenta que a su ex no le va nada bien con su novia actual (una especie de Cher Lloyd de marca blanca) y que es una pena, pero que no es su problema.
Pese a que el impacto en listas de None On My Business fue muy limitado (top 58 en Escocia y top 62 en descargas digitales del Reino Unido) supuso su primera entrada en ellas tras Really Don’t Care (cuarto sencillo de Demi, el cuarto disco de Demi Lovato).
A la tercera parece ir la vencida con M.I.A
Como sucedió en el intervalo de tiempo entre Activated y None On My Business, antes del estreno de M.I.A, Lloyd participó en una canción ajena (Don’t Lose Love de Quintino con Afsheen, septiembre de este año), también de impacto cero.
Después de imitar la estrategia de artistas como Lindsay Lohan (cada Año Nuevo desde 2017) o Taylor Swift (para la era reputation, 2017), de borrar todas sus fotos de Instagram, e ir publicando solo imágenes o vídeos relacionados con su, según parece, vuelta definitiva a los escenarios, el pasado 11 de octubre llegaba a todas las plataformas digitales M.I.A.
No, no es un homenaje a Mathangi Arulpragasam, sino un tema sobre marcharse de la fiesta donde está con el chico al que no le ha quitado ojo en toda la noche.
De hecho, en argot urbano británico, M.I.A son las siglas de Missing In Action, es decir, de desaparecide en combate. Por tanto, este estupendo nuevo sencillo de Cher Lloyd trata sobre hacer bomba de humo y salir, sin hacer ruido, de una aburrida celebración.
Respecto a los géneros musicales, M.I.A de Cher Lloyd integra hip hop, r&b y bubblegum pop, por lo que conecta con su debut Sticks + Stones (2011), al mismo tiempo que resulta coherente con None On My Business, dada su falta de estridencia dubstep.
Brutalismo de Londres en M.I.A de Cher Lloyd: el barrio Barbican
Origen histórico
En torno a 1 kilómetro al noroeste de la City de Londres (el distrito financiero de la capital británica), se levanta el complejo urbano The Barbican.
Construido durante los años 60 y 70 del siglo XX, sobre una zona arrasada por las bombas nazis de la Segunda Guerra Mundial, la denominación The Barbican procede de la palabra latina barbecana, que significa algo así como fortaleza, muralla o puesto de vigía, cuyo objetivo es proteger de ataques el asentamiento urbano tras ella.
Y es que, en este lugar del centro londinense, se encontraba Londinium: el Londres romano. Como en otras ciudades europeas, los pueblos que llegaron tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.) se establecieron en el núcleo poblacional ya existente, a partir del cual, Londres fue creciendo.
El barrio después de la Segunda Guerra Mundial
En 1952, 7 años después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Cripplegate (la denominación que había adquirido el barrio alrededor del puesto de vigilancia romano) continuaba aniquilada y, prácticamente, despoblada.
Para revitalizarla, entre el año mencionado y 1957, tuvo lugar una serie de conversaciones de alto nivel que desembocaron en un plan urbanístico para edificar viviendas.
Así, después de las obras para acondicionar los terrenos para la construcción (incluida una modificación de las vías del metro, como en Hudson Yards, entre las paradas de Moorgate y Barbican), de 1965 a 1976, se levantó este espectacular conjunto de Brutalismo de Londres, diseñado por la firma Chamberlin, Powell and Bon.
Añadido a la lista de patrimonio protegido del Reino Unido (grado 2) en 2001, no solo está considerado como un excepcional complejo de Brutalismo de Londres, sino de todo el país.
The Curve en The Barbican
La estrella del también llamado Barbican Estate es The Curve, sede de la Biblioteca Barbican, que es el edificio que se ve en el vídeo de M.I.A de Cher Lloyd, y que puede recordar, ligeramente, a la Corona de Espinas de Madrid.
Pegado a The Curve por el lado derecho y, también, frente al interior del círculo, se encuentra el Barbican Centre. Se trata de un espacio multiusos, que alberga un teatro, conservatorio, restaurantes, bares, cines, la sala de conciertos de las orquestas de la BBC y la Sinfónica de Londres y exposiciones de arte.
Aunque The Barbican, como complejo urbanístico, se terminó en 1976, no fue hasta 6 años después que el Barbican Centre fue inaugurado, en una ceremonia presidida por Isabel II.
Bloques de viviendas en Barbican Estate
A ambos lados del Barbican Centre, enfrente y tras la parte posterior de la Biblioteca, dispuestos en patios, se levantan diferentes bloques residenciales.
Como están pegados parecen muchos menos de los que son, pero gracias a sus nombres, sabemos que son 14: Andrewes House, Breton House, Bryer Court, Bunyan Court, Defoe House, Frobisher Crescent, Gilbert House, Ben Jonson House, Thomas More House, Mountjoy House, Seddon House, Speed House, John Trundle Court y Willoughby House.
Aunque el residencial es el uso mayoritario de estos edificios, justo el que se sitúa frente al Barbican Centre es el colegio City Of London. De gran trayectoria (se creó en 1894), prestigio y para alumnado femenino, de esta institución educativa han salido diferentes personalidades británicas, como:
- Dido (cantante y compositora)
- Fiona Caldicott (psiquiatra y psicoterapeuta)
- Elizabeth Emanuel (diseñadora de moda responsable del vestido de novia del icono LGTBIQ y princesa Diana de Gales)
- Margaret Boden (científica especializada en informática, inteligencia artificial y filosofía)
Actualización abril de 2022: As It Was de Harry Styles muestra el Barbican Centre
Los jardines intercalados entre todo este Brutalismo de Londres
Tal y como puede apreciarse en el vídeo de M.I.A de Cher Lloyd y a diferencia de lo que puede sugerir un término como Brutalismo (dado que muestra el hormigón, bruto, sin maquillarlo con ningún revestimiento), este tipo de arquitectura, a menudo, viene acompañada de exuberante vegetación.
Por ejemplo, en Madrid, tenemos las viviendas militares de San Bernardo, diseñadas por Fernando Higueras y Antonio Miró. Tanto el complejo madrileño como el londinense que nos ocupa, presentan unos jardines verticales, al más puro estilo de los colgantes de Babilonia.
En el caso del Barbican Estate, además de colgar de balcones, la naturaleza encuentra su hueco en las diferentes plazas o patios que forman los 14 bloques, además de en el interior del invernadero del Barbican Centre. Asimismo, la sensación de verdor se ve acentuada por distintas estructuras que funcionan como fuentes:
Rascacielos, las guindas de este Brutalismo de Londres
Tanto las viviendas como el Barbican Centre tienen 7 plantas y una altura similar a la mayoría de edificios bajos de toda la zona. Por eso, resultan tan llamativos sus rascacielos trillizos, todos de 123 metros:
- Torre Cromwell (1973)
- Torre Lauderdale (1974)
- Torre de Shakespeare (1976)
Hasta la construcción de los Pan Peninsula (2009), estos ejemplos del Brutalismo de Londres fueron los bloques residenciales más altos de la ciudad.
Además, la Torre Cromwell fue, durante unos meses (hasta que se terminó la Torre Wing, 1974, del hospital Guy’s), el rascacielos brutalista más alto de la capital del Reino Unido.
Asimismo, aunque ahora Londres tenga un panorama urbano repleto de grandes rascacielos (15 por encima de los 150 metros, 3 por encima de los 200 y 1 que supera los 300), cuando se levantaron las torres del Barbican Estate fueron la decimotercera (Cromwell), decimocuarta (Lauderdale) y decimoctava en alcanzar los 100 metros.
No solo eso, sino que la Torre Cromwell se inauguró como el tercer rascacielos londinense de mayor altura, título que le arrebató la ya citada Torre Wing en 1974. Al inaugurarse la Torre de Shakespeare, las 3 hermanas figuraban en la cuarta plaza.
En la actualidad, comparten el trigésimo cuarto puesto de rascacielos más altos de Londres. Nada mal para unas torres que superan los 40 años de vida.
Torre Blake, el tercer rascacielos del Brutalismo de Londres
Dado que las alturas de los rascacielos británicos son similares a las de los españoles, también aplicamos nuestra norma de considerar como tales a todos los edificios (donde lo vertical prime sobre lo horizontal) que alcancen los 50 metros.
Como consecuencia, el complejo Barbican Estate cuenta con un rascacielos más, la Torre Blake (1971). De 51,80 metros, fue diseñada, a diferencia de sus hermanas mayores, por los estudios Conran & Partnersel y Chamberlin, Powell and Bon.
Antes de la Torre Blake, la Balfron (1967 y 83,8 metros) y la Basil Spence (1970 y 94 metros) se convirtieron en los primeros rascacielos del Brutalismo de Londres. La de arquitectura más destacada es, sin duda, la Torre Blafron, que recuerda a la sede del Colegio de Arquitectos de Canarias (Santa Cruz de Tenerife), que mencionamos al analizar el Brutalismo de Bouvet de La Prohibida.
Fantástico artículo. Londres tiene un brutalismo que corta el aliento. Te recomiendo que busques el Alexandra Road Estate y la Space House
Muchísimas gracias por la recomendación 🙂 El primero lo descubrí en una serie, pero la Space no la conocía y es brutal 🙂