5 edificios de Madrid en el vídeo de Maldito
El pasado 18 de marzo se estrenaba el videoclip para Maldito, la canción que une a The Parrots con C. Tangana. Dirigido por ROGELIO y producido por CANADA, el clip cuenta con la participación estelar de Fernando Conde y, como el vídeo de Nosotros, muestra diferentes edificios de Madrid. De todos ellos, destacamos los menos conocidos, entre los que se encuentran 3 ejemplares de arquitectura brutalista.
Los edificios de Madrid que aparecen en Maldito
1 – Complejo Residencial Buen Suceso y tercera iglesia del Buen Suceso
De todos los edificios de Madrid que se conservan a día de hoy, 2 arrastran una curiosa historia de derribos, reconstrucciones y cambios de función:
- El que alberga el Senado
- La iglesia del Buen Suceso
Esta última, una de las obras que más se muestra en Maldito de The Parrots con C. Tangana, tiene su origen en el Hospital Real de la Corte.
Levantado en 1529 y situado, más o menos, donde se encuentra el número 1 de la Puerta del Sol (la ubicación original del luminoso del Tío Pepe), empezó a funcionar también como iglesia en 1590.
La Puerta del Sol estaba fuera del núcleo urbano
Como su nombre indica, el hospital solo atendía a personas ligadas a la Corte. Fundado en origen por les Reyes Católicos (1489), tenía carácter ambulante, dado que viajaba junto al círculo en torno a la Familia Real.
Eso sí, en el reinado de Carlos V, el Hospital Real de la Corte se estableció en un lugar concreto de Madrid. Pese a que aún quedaban más de 30 años para que se otorgara a la villa la categoría de capital, ya empezaba a despuntar como una de las localidades más pobladas de España.
Además, su cercanía a diferentes cotos reales de caza hizo de ella un lugar estratégico para situar un hospital fijo.
Edificado extramuros y sin prestar demasiada atención a su diseño, materiales de construcción y tamaño, vivió diferentes ampliaciones y mejoras en las instalaciones hasta 1561.
Con Felipe II llegó la iglesia
En algún momento entre 1561 y 1590, se construye una pequeña iglesia o capilla en el centro hospitalario. Justamente en 1590, tras el riesgo de colapso de la débil cimentación, Felipe II manda construir una nueva iglesia y hospital.
Así, tras derruir los originales, se empieza a ejecutar el proyecto de Juan de Herrera. Sin embargo, su muerte (1597) ralentiza unos trabajos que, poco después, tuvieron que detenerse por carencia de fondos.
Cuando en 1601 Felipe II traslada la Corte a Valladolid, los nuevos hospital e iglesia parecen abandonados a su suerte. No obstante, solo un lustro después, Madrid recupera la capitalidad y, con ella, revive el interés por las obras, retomadas por Francisco de Mora.
Pasados 5 años, el edificio para la iglesia se dio por concluido y, en 1612, se instaló su altar mayor. Más de 15 años después, se terminan de añadir todas las capillas.
En este punto, se pierden las referencias documentales sobre la existencia del hospital. De hecho, no se sabe nada del mismo hasta finales del siglo XVIII. Entonces, Fray Francisco de Herrera Maldonado describe la iglesia como opulenta y califica el hospital como un edificio de empaque.
Guerra de la Independencia y denominación de “Buen Suceso”
Junto a la iglesia, en una época indeterminada, se construyó la lonja del Buen Suceso. En 1695, ante el peligro de derrumbe de un muro de la iglesia, se realizan unas obras de ampliación que se llevan por delante la lonja y obligan a remodelar la fachada y la cúpula.
Estos trabajos se finalizaron en 1700 y la iglesia vivió un siglo tranquilo, pero todo cambió el 2 de mayo de 1808. Ese día, el pueblo de Madrid se enfrenta a las tropas francesas. De hecho, toda la iglesia se ve gravemente afectada, tanto por fuera como por dentro.
Símbolo del levantamiento, el templo resistió los envites de la Guerra de Independencia y en 1839 fue objeto de una rehabilitación. Ejecutada bajo el mando de Narciso Pascual y Colomer, su aspecto cambia de forma radical para adaptarse a los estilos de moda en la época.
Por aquel entonces, el templo y el hospital ya contaban con la denominación oficial de Nuestra Señora del Buen Suceso, según había establecido una Real Orden de 1832.
Su primera desaparición completa
Después de haber resistido multitud de reformas y vicisitudes, en 1854, se decide que el hospital y la iglesia no tienen cabida en la nueva Puerta del Sol. Eso sí, no todo se pierde y, de hecho, su reloj fue trasladado a la Casa de Correos.
También se conservaron unas columnas, que fueron a parar a la quinta de Bruguera.
Adiós a la Puerta del Sol, pero hola a Argüelles
Después de 400 años dando guerra, la iglesia del Buen Suceso no podía desaparecer de Madrid. Por eso, otra fue construida en el barrio de Argüelles, entonces una zona en expansión.
Así, en marzo de 1868 y en el número 43 de la calle Princesa, quedaba inaugurada la segunda iglesia del Buen Suceso, además de un nuevo hospital. Ambos diseñados por Agustín Ortiz de Villajos, tras la Restauración borbónica, el último asumió nuevas funciones:
- Casa de salud para pensionistas enfermes
- Hospital especial para la infancia
- Casa de curas gratuita
- Centro obligado a atender accidentes acaecidos en la vía pública
Nueva amenaza en los años 30
Ya en la Guerra Civil, el templo fue clausurado, pero el hospital siguió en funcionamiento. Aunque la zona ya no era tan nueva como en el siglo XIX, sí estaba próxima al frente y, como otros edificios de Madrid, sufrió bombardeos.
No obstante, logró mantenerse en pie y fue rehabilitada en los años 40.
En este sentido, no fue hasta 1975 que se decidió que volvía a sobrar, dada la construcción de nuevos inmuebles en la zona y la clausura del hospital.
Sin licencia para la demolición
Como denunció el Partido Comunista en Argüelles y recogía El País en 1977, todo lo que rodeó la desaparición de la segunda iglesia del Buen Suceso fue turbio.
De hecho, tan pronto como en 1970, el Ayuntamiento de Madrid había aprobado una “ordenación de volúmenes” en el terreno del templo. Casualmente, esa ordenación coincidía con el proyecto que se ejecutó y sale en Maldito de The Parrots y C. Tangana.
Además, aunque el solar fue vendido por Patrimonio Nacional en 1975, el Colegio de Arquitectos se encontraba en trámites para proporcionar a la construcción el título de monumento histórico-artístico.
Una jugada especulativa
El 3 de noviembre de 1977, la Gerencia Municipal de Urbanismo concedió las licencias para que en el solar se levantara la tercera iglesia del Buen Suceso y un bloque de viviendas y oficinas.
Como en el derribo, la falta de transparencia y la existencia de informaciones contradictorias sobre la inversión a realizar evidenciaron que el Partido Comunista en Argüelles estaba en lo cierto: todo lo relacionado con el proyecto fue “una jugada especulativa perfectamente pensada”.
Si a nivel oficinal se hablaba de una inversión de 600 millones de pesetas (3.606.072,63 euros), otros informes técnicos la cifraban en 1.500 (9.015.181,57 €). Además, estos últimos estimaban una rentabilidad superior a los 2.500 millones de pesetas (15.025.302,61 €).
Cabe mencionar que era imposible que la inversión fuese solo de 600 millones, puesto que ese era el precio de venta del solar.
Otra iglesia brutalista para Madrid
Entre todos los edificios de Madrid pertenecientes a la arquitectura brutalista, uno de los más destacados es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas. Proyectada por Cecilio Sánchez-Robles, data de 1970 y se ubica en el número 40 de Conde Peñalver, es decir, en pleno distrito de Salamanca.
No fue la primera, puesto que, desde 1966, la ciudad contaba con la parroquia de Santa María y la Esperanza. Al presentar las famosas vigas hueso, se hace obvia la autoría de Miguel Fisac.
Transcurrida más de una década de la construcción de la iglesia de Sánchez-Robles, en 1981, quedaba inaugurada la tercera iglesia del Buen Suceso de Madrid.
Brutalista, la parroquia fue diseñada por Manuel del Río, Ignacio Ferrero Ruiz de la Prada y Juan Hernández Ferrero. Pasado un año, se concluyó el descomunal inmueble de viviendas y oficinas, que alcanza los 49,81 metros de altura.
Estos 2 edificios de Madrid están revestidos de acero inoxidable. Por eso, a la iglesia, el vecindario le puso el sobrenombre de Nuestra Señora de Magefesa.
2 y 3- Hotel Princesa Plaza y El Corte Inglés de Alberto Aguilera
Más allá de que el Catastro refleja que este hotel ocupa 2 edificios de Madrid (Princesa 40 y Serrano Jover 5), que conforman un mismo conjunto y que ambos datan de 1976, no existe más información relativa a esta obra hotelera de arquitectura brutalista.
Tampoco del contiguo, que acoge El Corte Inglés y se construyó en el mismo año.
En el vídeo para Maldito de The Parrots y C. Tangana, el Hotel Princesa Plaza y los grandes almacenes tienen el honor de aparecer tan pronto como en el segundo 10.
Posteriormente y siempre ligados a la acción del iluminade, sirven de contrapunto a los planos en el exterior de la tercera iglesia del Buen Suceso.
Fotos de estos edificios de Madrid tan poco reivindicados como Brutalismo a admirar
4 – Calle del Carmen, 27
Al igual que con los anteriores edificios de Madrid, el que presenta al personaje Diablo en Maldito de The Parrots y C. Tangana es un desconocido para las guías de arquitectura.
Según el Catastro, se terminó en 1925. Gracias a esta fecha, podemos determinar que estamos ante un ejemplar ecléctico-Art Decó, que apuesta por un sencillo Zigzag Moderne (ventanas unidas por franjas verticales o presencia de paneles de rectángulos concéntricos).
Además, todas las fachadas se dejan seducir por unas formas aerodinámicas que recuerdan que el Streamline Moderne debutó, ese mismo año, en la localidad francesa de Orly.
5 – Capilla del Cementerio Sacramental de Santa María
Miguel Mathet y Coloma (responsable de los modernistas Casino de Zamora o la Compañía Colonial de Madrid) se encargó de diseñar la capilla del Sacramental de Santa María en 1890.
Este templo, que cierra el conjunto de edificios de Madrid a destacar en Maldito de The Parrots y C. Tangana, presenta una planta circular.
Gracias a ello, está considerada como una de las capillas más extraordinarias de los cementerios históricos de la capital. A este respecto, solo la perfección Art Nouveau de la que se levanta en el cementerio de La Almudena supera su importancia arquitectónica.
Además de su planta, también reviste especial interés la cúpula peraltada y la linterna que la remata, así como los motivos decorativos en ladrillo. Todo ello hace de esta capilla una obra situada entre el Neomudéjar y el Neobizantino.