La arquitectura de Natos, Waor y Recycled J en Nosotros
Nosotros es el primer sencillo de Hijos de la Ruina Vol 3, el tercer trabajo del trío formado por Natos, Waor y Recycled J. Para aumentar el impacto del regreso, Nosotros ha llegado acompañado de un vídeo musical, dirigido por Rodrigo de Pablo y repleto de arquitectura madrileña: la protagonista de este artículo.
La arquitectura con la que arranca la era Hijos de la Ruina Vol 3
Torres KIO
En Madrid, tenemos el primer edificio atirantado del mundo (las Torres de Colón) y, también, los primeros rascacielos inclinados: las torres de la Puerta de Europa.
Proyectadas por Philip Johnson y John Burgee, forman un ángulo de 14,3º, es decir, 10 más que el de la famosísima Torre de Pisa. Respecto a la denominación popular de Torres KIO, se debe a que su promotora fue la Kuwait Investment Office (KIO).
Cuando se terminaron en 1996, sus 114 metros las llevaron a ocupar el séptimo puesto entre los edificios más altos de Madrid (Torrespaña incluida). En la actualidad, las Cuatro Torres Business Area y la Torre Caleido han desplazado estos rascacielos gemelos hasta la duodécima posición.
Además, en los 25 años que han transcurrido, han perdido otras 2 coronas: la de mayores torres gemelas de España (las Torres de Santa Cruz les arrebataron el título en 2006) y la de pareja de rascacielos inclinados más altos del mundo (se lo quitaron las Veer Towers de Las Vegas en 2010).
Eso sí, por ahora, ningún rascacielos inclinado puede quitarle a la Puerta de Europa el título de haberse mantenido en la cima mundial durante 14 años.
El Ruedo de la M-30 (1989)
A lo largo de su dilatada carrera, Francisco Javier Sáenz de Oíza proyectó muchas viviendas sociales. De ellas, las más famosas son las del gigantesco conjunto El Ruedo.
Situadas frente al Parque Roma, las denominadas oficialmente Viviendas de la M-30 deben su fama a 2 razones fundamentales:
- Contar con un tosco diseño exterior
- Estar habitadas por personas drogodependientes y delincuentes
La belleza está en el interior
Respecto al aspecto tosco, El Ruedo presenta un diseño espartano en sus fachadas a la M-30, la avenida del Doctor García Tapia, Alcalde Garrido Juaristi y Féliz Rodríguez de la fuente.
La sencillez y, en apariencia, poca ambición arquitectónica se queda en las caras exteriores del complejo porque aquellas que dan a zonas comunes cuentan con recovecos y decoración geométrica.
Además, la planta del conjunto demuestra que Sáenz de Oíza sí quiso ofrecer, en materia de viviendas sociales, una alternativa preocupada por la estética.
El estigma de la pobreza
Las Viviendas en la M-30 acogen 346 apartamentos, en los que, durante sus primeros años, vivieron personas realojadas desde un conjunto chabolista en Pozo del Huevo (Vallecas).
Debido a ello y a que un 30 % pertenecían a la etnia gitana, se empezó a relacionar El Ruedo con delincuencia y tráfico de drogas. Y, sí, en los años 90, fue un punto caliente de robos y venta de drogas, pero esa realidad pasó a la historia hace ya mucho tiempo.
Asimismo, tampoco se puede obviar que la delincuencia, a veces, funciona como la única salida laboral para adolescentes y jóvenes de pocos recursos económicos.
Por desgracia, muy pocas veces la atención se centra en que la desigualdad que promueve el capitalismo y el inmovilismo de los países para remediarlo provoca que las tasas de criminalidad sean mucho más altas en los barrios humildes.
Arco de la Victoria
Modesto López Otero y Bravo (Valladolid, 1885-Madrid, 1962) y Pascual Bravo Sanfeliú (Zaragoza, 1893-Madrid, 1984) proyectaron el Arco de la Victoria o, mejor dicho, el Arco de la España golpista sobre la democrática de la II República.
Esta última denominación no concordaba con el delirio grandilocuente, imperialista y casposo de la dictadura franquista, que optó por construir este arco para homenajear a los “Caídos por Dios y por España”.
Propuesto en febrero de 1942, sus obras se iniciaron en 1950 y no se concluyeron hasta 1956.
Simbólicamente espantoso, a nivel artístico, forma parte de las pocas obras de arquitectura franquista Imperial a las que no se les puede poner un “pero”. De estilo neoclásico, borradas las inscripciones en latín, sería más fácil resignificarla (en el marco de la Ley de Memoria Histórica) por la ausencia de ornamentos fascistas.
Puerta de San Vicente
Por su aspecto, la Puerta de San Vicente (frente a Príncipe Pío) podría ser coetánea de la Puerta de Alcalá o de las obras más neoclásicas del estilo franquista. Pues bien, pese a que, en origen, la Puerta de San Vicente fue diseñada por Francesco Sabatini, la que conocemos data de ¡1995!
¿A qué se debe este plot twist? A que, en la última década del siglo XIX, fue desmantelada en unas obras de reordenación del tráfico. No se sabe si las autoridades competentes pensaban en reconstruirla, pero el caso es que no dejaron constancia documental del lugar al que trasladaron las piezas de granito y piedra caliza.
En consecuencia, tuvieron que transcurrir unos 100 años para que Madrid recuperara la Puerta de San Vicente. Eso sí, mediante una recreación en hormigón, caliza y granito a partir de unas cornisas que se conservaban, los planos del proyecto original y una instantánea de Jean Laurent en 1890.
Estación de Atocha
En 1857, un pequeño apeadero de ferrocarril fue construido en la zona donde se sitúa la actual Estación de Atocha. Allí arrancaba la línea de 1851 que unía Madrid con Aranjuez, la segunda de la España peninsular tras la de Barcelona-Mataró (1848).
A partir de este apeadero (bautizado como Embarcadero de Atocha), se fueron levantando diferentes edificaciones, conforme aumentaba el número de líneas ferroviarias a, entre otros destinos:
- Alicante (1858)
- Barcelona (1859)
- Zaragoza (1860)
- Hendaya (1864)
- Valladolid (1868)
Así, la modesta primera estación (1851, de Pierre-Alexandre Adolphe Jullien) es ampliada por Victor-Benoît Lenoir (responsable de la Grand Central de Nueva York) a comienzos de los 60. Entonces, se había decidido que la actual Estación de Atocha recibiera el nombre de Estación Central de Madrid.
Sin embargo, la muerte de Benoît Lenoir, diversos incendios en 1864 (alimentados por el abundante empleo de madera como material de construcción) y la presentación de proyectos que no convencían al Gobierno español retrasaron la construcción de la Estación Central de Madrid.
De hecho, la aparente prolongación sine die de las obras provocó que se levantaran otras estaciones (la de Delicias, 1880, y la del Norte, 1882), que amenazaban la pretensión centralizadora de Atocha.
Finalmente, después de sortear un sinfín de problemas, en 1889, queda aprobado el proyecto definitivo, cuyas obras arrancan en 1890.
Alberto de Palacio, auxiliar de Gustave Eiffel
En el diseño definitivo de la Estación de Atocha, participaron Alberto de Palacio Elissague (proyecto arquitectónico general y responsable de la ornamentación-decoración) y Henri de Saint-James (concibió la estructura de la nave central).
Esta última se edificó con acero laminado y conforma la armadura de hierro central, la misma sobre la que descansan 2 grifos y una esfera. Sus 48,76 metros de luz, 27 de altura y 152 de longitud la convirtieron en una obra de arte de la arquitectura en hierro forjado.
Inaugurada en 1892 y bajo la denominación de Estación del Mediodía, desde 1977, está en trámites para convertirse en un inmueble Bien de Interés Cultural.
Rascacielos gemelos en la Glorieta del Puente de Segovia
En 1967 y 1971, se inauguraron los 2 bloques que flanquean el lado oeste del Puente de Segovia. Ambos de estilo Internacional, el dato de su altura varía en función de la fuente consultada: 71,15 metros (estimación de Emporis) o 64 (Wikipedia).
De cualquier manera, estos rascacielos residenciales siguen figurando entre los 100 más altos de Madrid más de medio siglo después de su construcción. Además, en el entorno del río Manzanares, dominaron el horizonte hasta la llegada de la Torre Riverside Homes (2019 y 72 metros).
Torre de Madrid
Parte del ilustre grupo de Casas del Coño españolas, la Torre de Madrid fue la segunda construcción emblemática de la dictadura franquista que se apartó del añejo estilo Imperial.
En este caso, Joaquín y Julián Otamendi se inclinaron por un Estilo Internacional sin ningún tipo de vinculación con el Neoherreriano-Neobarroco franquista. Ello se tradujo en un esbelto rascacielos blanco, de 142 metros (si se cuenta la antena, escala hasta los 165) y dotado de balcones aerodinámicos.
Inaugurado en 1957, ostentó el título de rascacielos más alto de Europa Occidental hasta 1967. Entonces, le reemplazó en el puesto la Tour du Midi (171 metros con antena) de Bruselas.
Además, a nivel global, fue el edificio de hormigón más alto jamás construido. También, contó con los ascensores más rápidos de la época (avanzaban 3,5 metros por segundo).
En España, no tuvo rival hasta que se terminó Torrespaña (1982 y 232 metros de altura).
Palacio de Linares
Obra de Carlos Colilubí, el Palacio de Linares se erigió entre 1877 y 1900. De arquitectura ecléctica, integra Neobarroco y el estilo afrancesado tan popular en el Madrid de la época.
Recibe su nombre del título nobiliario que Amadeo I de Saboya concedió a José de Murga y Reolid en 1873. De hecho, fue ese año cuando compró la parcela donde se levantaría el palacio, construcción en la que residió junto a Raimunda de Osorio y Ortega, su mujer.
Incesto, infanticidio y fantasmas
Sobre la famosa leyenda de fantasmas en el Palacio de Linares, lo cierto es que no existen pruebas documentales de que Raimunda de Osorio y Ortega fuera medio hermana de José de Murga y Reolid (fruto de una relación extramarital de su padre, Mateo de Murga y Michelena).
Tampoco de la bula papal que les permitía convivir, aunque en una relación casta.
Lo único real es que el matrimonio no tuvo descendencia y, por tanto, las paredes rococó del palacio o la casa de muñecas del jardín no esconden los huesos de la niña Raimundita.
Eso sí, la pareja acogió a una tal Raimunda Avecilla y Aguado (hija de Federico Avecilla y Delgado & Raimunda Aguado y Cabañas), que heredó el palacio.
Por último, como curiosidad, la sede de la Casa de América desde 1992 tuvo, casi en frente, un palacio muy similar (del Marqués de Portugalete), que fue demolido en 1946.
Edificio Capitol
También conocido como Edificio Carrión, es una de las obras Art Decó más famosas de Madrid.
En su diseño, participaron Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced, quienes integraron Art Decó Streamline Moderne con influencias de la proto arquitectura aerodinámica de Erich Mendelsohn (Prusia oriental, 1887 – San Francisco, 1953).
Concluido en 1933, entonces, se convirtió en el quinto rascacielos más alto de Madrid (mide 60 metros). Casi 90 años después, su posición es más modesta, pero se mantiene dentro del top 100.
Posiblemente de forma accidental, en el videoclip del primer adelanto de Hijos de la Ruina Vol 3, se rinde homenaje a su inspiración naval, puesto que el Capitol emerge de la superficie y rasga el cielo con su poderosa proa.
Construcción emblemática de la capital y de su Gran Vía, desde 2018, cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural.
Cine Callao
Aunque el Capitol le arrebató cualquier tipo de protagonismo en la Gran Vía, el Cine Callao demuestra que el Art Decó Zigzag Moderne también dejó una fantástica huella en Madrid.
Obra de Luis Gutiérrez Soto y abierto en 1927, convierte en edificio la fascinación por las fuentes del Art Decó opulento. De hecho, el torreón central marca la cúspide de una silueta con forma de fuente simulada.
Pese a que ha resistido el paso del tiempo, incluida una Guerra Civil y las demoliciones de la España del desarrollismo, el Cine Callao ha sufrido la desaparición de sus vidrieras y huecos sobre la entrada principal.
Torrespaña
En 1982, Madrid inauguraba su propia torre de telecomunicaciones: Torrespaña. Así, la capital de España seguía los pasos de Tokio, Toronto, Bratislava, Moscú, Kiev, Gran Sudbury (Canadá) o Berlín y rasgaba su horizonte con una estilizada y enorme antena.
Diseñada por Emilio Fernández Martínez de Velasco, se levantó en 13 meses y se inauguró el 7 de junio de 1982, justo a tiempo de que entrase en funcionamiento para la Copa Mundial de Fútbol de 1982 (España, del 13 de junio al 11 de julio de ese año).
Con 232 metros (contando la antena superior), El Pirulí fue la estructura más alta de Madrid hasta la finalización de la Torre PwC en abril de 2008. De hecho, casi 40 años después, figura entre las 4 más altas de la ciudad.
A nivel estatal, Torrespaña nunca dominó los cielos del país, puesto que se lo impidieron los 380 metros de la Torreta de Guardamar (1962) o los más de 340 de sendas torres en las centrales térmicas de As Pontes de García Rodríguez (1974, provincia de A Coruña) y Andorra (1981, Teruel).
Eso sí, siempre ha formado parte del top 10 y, en la actualidad, saluda desde el puesto 7.
Cuatro Torres Business Area y la Torre Caleido
Los 4 rascacielos que componen el complejo CTBA fueron los primeros de España en rebasar los 200 metros de altura (Torrespaña o la Collserola de Barcelona siempre se excluyen de las listas de rascacielos porque no son edificios, sino antenas).
Inaugurados entre 2008 y 2009, se mantienen como los más altos del país y, de hecho, solo amenaza su estatus la futura Torre Madrid Nuevo Norte I (se ha anunciado que rondará los 300-330 metros de altura).
CTBA, entre las cumbres de Europa
Los rascacielos del CTBA son:
- La Torre Cepsa (obra de Norman Foster y concluida en 2009, alcanza los 248 metros de altura)
- Torre PwC (Carlos Rubio Carvajal y Enrique Álvarez-Sala Walther, 2008 y 236 metros)
- Torre de Cristal (César Pelli, 2009 y 249 metros)
- La Torre Espacio (Henry N. Cobb, 2008 y 230 metros)
Estas dimensiones provocan que la Torre de Cristal y la Cepsa cierren el top 25 de edificios más altos de Europa. Si solo se tiene en cuenta a los países de la Unión Europea, alcanzan los puestos cuarto y quinto, respectivamente.
En cuanto a los rascacielos más bajos del CTBA, las torres PwC y Espacio ocupan la trigésima y trigésima octava posición de todo el continente y la sexta y novena de la UE.
Torre Caleido, la quinta en discordia
Hubo un tiempo en el que Madrid iba a contar con el palacio de congresos más alto del mundo. Se trataba del Centro Internacional de Convenciones de Madrid y llenaría el vacío entre el CTBA y la avenida Monforte de Lemos.
Apodado como “El Quesito”, fue proyectado por la arquitecta Matilde Peralta y el estudio Mansilla + Tuñón.
Con capacidad para 30.000 personas y 120 metros de altura (la misma que la Torre Europa, 1985), se concibió como un sol naciente “de poniente, detenido desde el optimismo de saber que Madrid es una ciudad que vive, trabaja y se divierte a todas las horas del día, una ciudad donde no se pone el sol”.
Era abril de 2007 y la crisis financiera no estaba contemplada, por lo que al Ayuntamiento de Madrid le pareció asumible dedicar 300 millones de euros a la construcción del Centro Internacional de Convenciones.
Tan solo unos meses después, la vida nos daría una bofetada de realidad y, aunque las obras comenzaron en 2009 y se invirtieron en ellas 99 millones de euros, se cancelaron en febrero de 2012.
Torre Caleido, un ejemplo de reciclaje arquitectónico
Los 99 millones de euros que costaron las obras de cimentación del Centro Internacional de Convenciones de Madrid no se invirtieron en balde. Sí, jamás cumplieron con su función inicial, pero se aprovecharon para la Torre Caleido.
Más alta que el proyecto anterior (mide 181 metros), quedó aprobada en 2016 y, un año después, arrancó su construcción. En principio, iba a inaugurarse en 2020, pero la pandemia del coronavirus lo retrasó a 2021.
Obra de la firma Fenwick Iribarren Serrano-Suñer Arquitectura, en su diseño confluyen 3 influencias:
- El monolito de la película 2001: A Space Odyssey (Stanley Kubrick, 1968)
- La torre Seagram Building de Nueva York (1958, de Ludwig Mies van der Rohe y Philip Johnson, 157 metros)
- El rascacielos 875 North Michigan Avenue de Chicago (1969, de Fazlur Rahman Khan y el estudio Skidmore, Owings and Merrill, 344 metros)
Respecto a las posiciones que la Torre Caleido ocupa por su altura, en la actualidad, no figura entre los 100 rascacielos más altos de Europa, pero si nos quedamos con los de la Unión Europea, se sitúa en el puesto 33.
Plaza de toros de Las Ventas
En el videoclip de Nosotros, es decir, de la primera canción del álbum Hijos de la Ruina Vol 3, también hay hueco para esta espectacular construcción neomudéjar de Madrid.
Se trata del remate de la Puerta Grande, donde brillan diferentes azulejos cerámicos de Alfonso Romero Mesa (1882-1940), que representan las diputaciones de:
- Madrid (en el remate escalonado central)
- Ronda (en la franja bajo las letras “PLAZA DE TOROS”, como los 4 siguientes)
- Sevilla
- Granada
- Valencia
- Zaragoza
El resto de escudos se distribuyen por otras partes de la fachada, cuyo diseño corrió a cargo de José Espelius (1874-1928, responsable del Ministerio de Marina o diversos edificios Art Nouveau de Madrid).
Ránkings sobre Las Ventas
Bien de Interés Cultural desde 1994, la plaza de toros de Las Ventas es la tercera del mundo por aforo (23.798 espectadores), solo superada por la capacidad de la Monumental de Ciudad de México (42.000) y la de Valencia (Venezuela, 25.000).
En cuanto a su diámetro, el coso madrileño figura, desde su inauguración en 1929, como el segundo mayor del planeta con 61,5 metros. En este caso, solo por detrás de los 66 metros que presenta la plaza de Ronda (año 1795).
El franquismo y Las Ventas
De apariencia similar a las plazas de toros de Campo Pequeno (Lisboa, 1892), las Arenas (Barcelona, 1900) y Granada (1928), Las Ventas funciona como espacio para el toreo, conciertos, además de albergar el Museo Taurino y una biblioteca.
Asimismo, la plaza de toros de Las Ventas fue un campo de concentración franquista para combatientes o simpatizantes del bando republicano. A este respecto, fue uno de los recintos donde se produjo el holocausto ideológico de Franco.
Viviendas en Gran Vía de San Francisco
Además del famoso y ya mencionado Carrión, Madrid cuenta con un destacado grupo de edificios proa de barco:
- Las viviendas Castaño (1930, Art Decó Streamline Moderne)
- Viviendas para Don Alberto Colomina (1932, mismo tipo de Art Decó)
- Otras para Don Miguel Giménez de Córdova (sí, con v) y Arce (1935, también Streamline Moderne)
- Seminario Nobles 4 (1947, Art Decó Streamline Moderne)
- Los Sótanos (1949, arquitectura franquista Imperial de ecos Streamline Moderne)
- La Equitativa (1958, Art Decó Streamline Moderne)
- El Edificio Alejandro de la Sota (1990, arquitectura aerodinámica)
A ellos hay que añadir el que ocupa los números 5, 7 y 9 de la Gran Vía de San Francisco. Data de 1996 y fue construido por la Empresa Municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid.
¿Quién diseñó este singular inmueble?
Aunque en ninguna parte aparezca escrito el nombre de Alejandro de la Sota (Pontevedra, 1913-Madrid, 1996), su fundación cuenta con una serie de planos (tanto del proyecto como de situación) que coincide con la ubicación del “buque” de Gran Vía de San Francisco.
Como puede apreciarse en las imágenes sobre estas líneas, la recreación dista mucho del aspecto definitivo, pero las plantas para el sótano y los bajos comerciales despejan todas las dudas sobre si estas viviendas fueron obra de Alejandro de la Sota.
Y, si aún pueden quedar interrogantes sobre la autoría de Alejandro de la Sota, en 1991 (como recoge Rodrigo Pemjean Muñoz en “Utopía y realidad: cuatro proyectos de vivienda colectiva de Alejandro de la Sota“), el número 30 de la revista Arquitectura Viva le dedicó un reportaje al edificio que nos ocupa.
En el mismo, de título “Retales para un homenaje: oficinas y viviendas en la Gran Vía de San Francisco”, de la Sota figura como su arquitecte.
Parque de Bomberos 3
Justo después del complejo anterior, ya en la ronda de Segovia, se levanta otro de los edificios que aparecen en el vídeo para el primer sencillo de Hijos de la Ruina Vol 3.
Como adelanta el título, se trata del Parque de Bomberos 3, el último de los 3 primeros que se construyeron en Madrid.
Según recoge Rutas Pangea, la ciudad cuenta desde 1577 con normativa relativa al apagado de incendios. Sin embargo, ello no motivó la construcción de ese trío de parques de bomberos, sino un fuego, del 30 de junio al primero de julio de 1891, que calcinó una docena de inmuebles en la calle Ribera de Curtidores.
Con el objetivo de evitar incendios tan devastadores, el 5 de octubre de 1894, Álvaro Figueroa y Torres (alcalde de Madrid y Conde de Romanones) aprueba el primer reglamento del Cuerpo de Bomberos de la Villa de Madrid.
Solo una estación de bomberos para medio millón de habitantes
Este reglamento contemplaba la creación de Centros de Zona, pero en 1904 la capital solo contaba con el ya desaparecido de la calle O’Donnell (en su solar, se erige la Torre de Valencia, testigo del primer Orgullo LGTBI en Madrid).
Por eso, Juan José Álvarez (concejal responsable del servicio contra incendios) se vio en la obligación de convencer a Salvador Bermúdez de Castro O’Lawlor (entonces, alcalde de la ciudad) sobre la urgencia de dotar a Madrid de una pareja de centros de zona:
- En la calle Santa Engracia, 118 (clausurado en agosto de 2020)
- En el número 52 de la Ronda de Segovia
Los 2 fueron diseñados por Isidoro Delgado Vargas y comenzaron a funcionar el 8 de febrero de 1907. De ellos, solo se mantiene abierto el que aparece en el videoclip para el disco Hijos de la Ruina Vol 3.
Torre San José
Más allá de Natos, Waor y Recycled J, en el videoclip para esta canción de Hijos de la Ruina Vol 3, los protagonistas son el Edificio Carrión (sobre todo, el interior) y la Torre San José (situada en calle Puerto del Milagro, 6).
También conocida como colonia San José, puesto que se levanta en el lugar donde se encontraban las infraviviendas que la componían, fue proyectada por José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur.
Construida entre 1992 y 1997, su diseño bebe de la arquitectura de José Antonio Coderch (1913-1984), referente profesional para Lapeña y Torres.
El bloque cuenta con una planta en forma de caracol, 252 viviendas sociales y una altura de 53,36 metros.
Debido a esto último y a que se levanta sobre un montículo, la Torre San José es el inmueble más alto de todo Puente de Vallecas y el segundo si hablamos de todo Vallecas, tras la Torre Negra (74 metros).
Por último, hasta su desalojo el 1 de marzo de 2021, la Torre San José fue la sede de Radio Vallekas.
Edificio Metrópolis
Aunque esté muy extendida la idea de que el Edificio Metrópolis fue el primero de Madrid en rebasar los 40 metros de altura (mide 45 metros), lo cierto es que, desde 1784, la ciudad contaba con los 58 metros de la basílica de San Francisco el Grande.
Tampoco fue el primer edificio madrileño del siglo XX en rebasar la citada cota, puesto que, en 1902, se le adelantó la torre de la Iglesia de Santa Cruz (sus 55 metros). En todo caso, puede considerarse el Edificio Metrópolis como la primera construcción civil de Madrid en elevarse por encima de los 40 metros.
Es Alcalá, no Gran Vía (leer con la entonación de “leviosa, no leviosá”)
Otro mito asociado a este emblema del Madrid cosmopolita es el que lo sitúa en la Gran Vía. Sorry not sorry, pero el portal del Edificio Metrópolis está en Alcalá 42.
Respecto a la fachada que da a Gran Vía (la que se muestra en el primer vídeo de la era Hijos de la Ruina Vol 3), en realidad, se encuentra en la calle Caballero de Gracia y, aunque parezca increíble, en un giro extraño de Alcalá, que le proporciona su portal número 39.
Entonces, ¿dónde comienza la Gran Vía? En su portal número 1, es decir, en el Edificio Grassy (1917).
Más allá de estos datos a lo Hermione Granger, el Edificio Metrópolis fue diseñado por Jules y Raymond Février en estilo Segundo Imperio, aderezado con influencias barrocas.
Erigido entre 1907 y 1911, debe su fama a la vistosa cúpula de pizarra y pan de oro que lo remata. En su cúspide, descansó una escultura de La Unión y El Fénix hasta 1970. Cuando esta compañía se deshizo del inmueble, se colocó en su lugar una Victoria Alada de Federico Coullaut-Valera.
Las colmenas de La Conce
¿Os suena un sitio llamado Puerto Banús? Se trata de un puerto deportivo de lujo, perteneciente al distrito Nueva Andalucía de Marbella (Málaga).
Su existencia se la debemos a José Banús (1906-1984), que no convirtió la Costa del Sol en un Benidorm 2.0 porque, en su camino, se cruzó Noldi Schreck (1921-2009). Corría el año 1966 y Schreck había diseñado el Marbella Club Hotel para el príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg (1924-2003), entonces, una villa privada.
Gracias a esa obra, Schreck y Banús decidieron que Puerto Banús se construiría a imagen y semejanza de los pueblos blancos andaluces, pero con el componente exclusivo que lo ha caracterizado siempre.
¿De dónde salió el dinero para que José Banús pudiera promover semejante complejo? Pues de la fortuna que amasó con el Valle de los Caídos y los últimos protagonistas arquitectónicos del primer vídeo para Hijos de la Ruina 3: las colonias del Barrio de la Concepción.
Del Valle de los Caídos al sector privado
José Banús fue una de las personas más cercanas a Franco. Esta amistad le llevó a formar parte del reducido grupo de grandes constructores y promotores del régimen dictatorial.
Dicho de otro modo, se lucró a lo bestia con proyectos levantados en terrenos expropiados por precios ridículos. Además, en muchos casos, tras la compra, eran recalificados para un uso diferente al que figuraba cuando se habían adquirido.
Dentro del infame Valle de los Caídos, la empresa de José Banús (Construcciones Molan y Banús) se encargó de la carretera de acceso (1943), lo que disparó sus ingresos y le permitió virar hacia el mundo inmobiliario.
Como recogía El Confidencial en 2020, “el régimen le concedió licencias para la construcción de grandes promociones de viviendas sociales de clase baja-media, como el Barrio de la Concepción y el Barrio del Pilar”.
Mayor rendimiento económico en el menor espacio posible
En 1948, Banús arrancó la primera promoción privada de viviendas que se levantaba en Madrid. La llamó Barrio de la Concepción y no es lo que se ve en Nosotros de Hijos de la Ruina Vol 3, sino la colonia inicial, construida entre 1948 y 1958.
Francisco Robles Jiménez se encargó del diseño del bloque alto. En cambio, el resto responde al trabajo conjunto de Jacobo Romero Hernández, Lorenzo Romero Requejo y Federico Turell Moragas.
En esta primera fase del Barrio de la Concepción, se levantaron 3.000 viviendas en 126.232 m². De hecho, se exprimió tanto el terreno que el tamaño de las aceras quedó ridículo (salvo en la parte de la torre), impidiendo que en ellas pudieran plantarse árboles.
Al menos, los pisos contaban con una calidad algo superior a los del parque público del régimen.
Orientadas a familias de clase media, como las promociones de vivienda pública, su función fue la de tratar de paliar los problemas de alojamiento tras la Guerra Civil. También, los de todas aquellas personas que migraban del campo a la ciudad y que malvivían en infraviviendas del entorno.
La Kowloon de Madrid
“No hay salud ni moralidad posibles donde se hacinan seres humanos de todas las edades y todos los sexos en repugnante promiscuidad”.
Tal y como recoge Jesús López Díaz en el libro “La vivienda social en Madrid, 1939-1959“, estas indescriptibles palabras aparecían en el proyecto de viviendas sociales que Luis García de la Rasilla (1906-1982) proyectó para Carabanchel Bajo en 1940.
Con ellas, aclaraba que ni por asomo estas viviendas sociales del nuevo régimen seguían las pautas “anticristianas” e “inmorales” del marxismo. Y…, bueno, tal vez por dentro no adoptaron soluciones marxistas, pero, por fuera, la cosa no está tan clara:
De vuelta a la arquitectura que nos ocupa de Hijos de la Ruina Vol 3, toda esta información previa viene a cuento porque el régimen pasó por alto la moral contra el hacinamiento al apoyar la construcción de la ampliación del Barrio de la Concepción.
Turell Moragas y Romero Requejo volvieron a encargarse del diseño de las viviendas, junto a Carlos Fernández de Castro y Cabeza. En esta ocasión, dieron forma a un proyecto mastodóntico, cuyas obras se ejecutaron entre 1958 y 1965.
Las Colmenas del Barrio de la Concepción en cifras
- 80% de viviendas de 2 dormitorios y una superficie de 48 a 50 m²
- 19% con 4 dormitorios y 60 m²
- 1% con 5 dormitorios y 100 m²
- Terrazas inútiles de ≈ 1 metro de ancho (la mayoría han sido cubiertas)
- Solo 1 baño por vivienda
- 10 bloques
- Más de 8.000 apartamentos
- 22.000 residentes
- Destinadas a familias obreras, muchas fueron adquiridas por personas pudientes para alquilarlas a las pobres
Más allá de Hijos de la Ruina Vol 3: otros proyectos audiovisuales ligados a La Conce
- Colegas (1982), película de Eloy de la Iglesia
- ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), de Pedro Almodóvar
- Vídeo para Rey del Glam, la versión de Loquillo (2018)
- Videoclip para 26 de One Path, 2019
- Vídeo para Tú me dejaste querer (2020) de C. Tangana, Niño de Elche y La Húngara
- Videoclip para Te espero en jarra (2021), la canción que une a María Peláe y Sandra Carrasco
- Vídeo para Stop This Flame (2021), una colaboración entre Celeste y MK