Crítica de Rainbow de Kesha canción a canción
El pasado viernes 11 de junio salió a la venta Rainbow de Kesha Sebert (antes conocida como Ke$ha y ahora como Kesha), el primer largo de la cantante de Tik Tok en casi un lustro. La batalla legal con Dr Luke, productor de sus grandes éxitos, a quien acusa de abusos sexuales y psicológicos y del que quiere desligarse contractualmente han sido los responsables de este tiempo de semi retiro, que ha dado lugar al álbum más auténtico de toda la discografía de Kesha.
Cuando Kesha retiró una de sus demandas contra Dr Luke en agosto del pasado año, fue acusada de pesetera y, de nuevo, de mentirosa, porque volvería a trabajar con Kemosabe, el sello de Dr Luke. Sin embargo, no, esa no era la motivación, sino el deseo de seguir adelante con su carrera y publicar las canciones que llevaba escribiendo desde su paso por rehabilitación en 2014.
Al retirar la demanda de California contra Dr Luke, Kesha sigue vinculada legalmente a Dr Luke (de hecho, Rainbow se ha publicado en su sello, Kemosabe), pero el responsable de sus mayores éxitos no ha participado ni interferido en la nueva era musical de la cantante y compositora.
Las colaboraciones de Rainbow de Kesha por orden de aparición
- Eagles of Death Metal. Aunque existen desde 1998, se hicieron mundialmente famoses por ser la banda que actuaba en la Sala Bataclán de París durante el atentado terrorista de noviembre de 2015. Cuentan con 4 álbumes de estudio, que se mueven entre el garage rock, el rock alternativo y el blues.
- The Dap-Kings. Participan en Woman y son la banda de la desaparecida cantante estadounidense de soul Sharon Jones (1956-2016). Otras incursiones del grupo en el mundo del pop han sido las canciones Baby (You’ve got what it takes) de Michael Bublé (2009) o Uptown Funk (2014) de Mark Ronson junto a Bruno Mars.
- Dolly Parton. Leyenda viva del country, en sus casi 60 años de carrera, ha publicado ¡43 discos! Entre sus singles más conocidos se encuentran Jolene (1973, versionada por gran variedad de artistas, como Miley Cyrus o les españoles The Bright), I Will Always Loves You (1974 y sí, la de la película El Guardaespaldas de Whitney Houston), u Old Flames y 9 to 5 (ambas de 1980).
Y ahora sí, Rainbow canción a canción
Bastards
Kesha lo ha pasado muy mal, pero el tiempo de sufrir ya ha pasado. Esto es lo que nos viene a decir la cantante en Bastards, una empoderadora y redonda canción acústica de regusto country en la que nos aconseja que no dejemos que los bastardos, las malas personas, nos dejen heches polvo. Nuestro tiempo es limitado y llorar toda la vida no nos permite disfrutar de ella.
Les artistas que Kesha ha citado entre sus influencias para Rainbow son muches (T. Rex, The Rolling Stones, Iggy Pop o Dolly Parton), pero en Bastards vemos 2 más, estrictamente musicales, el Robbie Williams de Angels (1997) y les Oasis de Stop Crying Your Heart Out (2002).
Let ‘Em Talk (junto a Eagles of Death Metal)
La primera vez que Kesha publicó un tema rock, de manera oficial, fue como colaboradora de Alice Cooper en What Baby Wants (2011). En Warrior, lanzado casi 14 meses después de esa canción, la artista nos dejaba ver su faceta roquera en composiciones tan redondas como Dirty Love junto a Iggy Pop, Gold Trans Am u Only Wanna Dance With You.
Sin embargo, otras como Machine Gun Love o Woo Hoo se quedaban fuera del trabajo, ya que su equipo prefirió incluir otras canciones más comerciales. Sin duda, una de las grandes novedades de la era Rainbow de Kesha es que ella ha decidido qué entraba y qué no en su disco.
Por este motivo, esta primera colaboración con Eagles of Death Metal le permite desarrollar sin freno ese amor por el rock que ya habían dejado claro demos como Innocence And Pills, Things Work Out My Way, Pretty Lady, Revenge o Secret Weapon.
A nivel lírico, Let ‘Em Talk sigue la pauta marcada por Bastards, “dejad que la gente tenga su opinión sobre vosotres, que hablen, pero pasad de sus comentarios dañinos”.
Woman (junto a The Dap-Kings)
Continúan los mensajes de empoderamiento en Woman, el segundo adelanto que conocimos de Rainbow de Kesha. En esta ocasión, a golpe de un soberbio soul clásico, similar al de Amy Winehouse (de hecho, The Dap-Kings participaron en Rehab o You Know I’m Not Good de la británica), Kesha se reivindica como una mujer independiente en todos los sentidos.
Sin lugar a dudas, se trata del himno feminista con mayúsculas de todo Rainbow y, aunque pueda parecer que lo que canta (“no necesito a un hombre”, “yo pago mis facturas”, “yo compro mis cosas”) es evidente, las muertes por violencia machista, la brecha salarial entre hombres y mujeres o los titulares machistas en publicaciones deportivas demuestran que letras como las de Woman, sencillas y claras, aún son necesarias.
Hymn
Se trata de la primera de las piezas menores, pero de interés, del Rainbow de Kesha, es decir, canciones que no llegan a ser tan perfectas como las 3 anteriores u otras que la siguen, pero que, para nada, pueden considerarse como pistas de relleno. Hymn fue el cuarto corte que Kesha lanzó antes de Rainbow y el único de todos los adelantos que no cuenta con videoclip.
Un himno para la gente que no se siente incluida en ninguna parte, eso es Hymn, un agradable medio tiempo de r&b y pop.
Praying
Poco más, respecto a lo que ya dijimos de Praying en el artículo sobre las demos de Kesha, podemos añadir. Es el single más sorprendente de toda su carrera, no solo porque es una balada, sino porque está totalmente alejado del tropical house, reggaetón y dance hall que, normalmente, copan las listas de éxitos desde hace un par de años.
Al escuchar Praying, por primera vez, podría parecer que Kesha trataba de subirse al carro del éxito (tardío, pero éxito, al fin y al cabo) del Joanne de Lady Gaga. Pero si algo demuestran las demos de Kesha (I’m The One de 2009 o Boys Just Suck de 2010) que circulan por la red o Last Goodbye y Wonderland de Warrior, es el interés de la intérprete por los sonidos clásicos estadounidenses, mucho antes de que Lady Gaga coqueteara con el country más melódico.
Respecto al rendimiento comercial del tema, Praying debutada en un más que correcto 25º puesto en Estados Unidos y, 5 semanas de promoción después, se encuentra una posición por encima de la de arranque. Asimismo, esta semana consolida su presencia como una de las 40 canciones más vendidas en el mundo, según Mediatraffic.
Con Praying, además, Kesha demuestra que también puede ser una gran cantante capaz de, no solo defender sus temas en directo, sino de hacer florituras con su voz, como hizo en el The Tonight Show del humorista neoyorquino Jimmy Fallon:
Learn to Let Go
El tercer adelanto de Rainbow es el segundo corte menor del álbum, una canción pop/rock de tintes country que parece inspirada en el sonido de Avril Lavigne. No es la primera vez que Kesha emula a la intérprete de Girlfriend, ya que demos como I Hate You (Don’t Leave Me) o U Better Know dan cuenta del gusto de Sebert por el pop/rock “marca Lavigne”.
Mención aparte merece el videoclip de Learn to Let Go, compuesto por una mezcla de vídeos caseros de la infancia de Kesha con imágenes actuales en las que la cantante recrea esas situaciones. Para Kesha, Learn to Let Go es como un mantra, ya que habla sobre el valor de aprender a dejar atrás las situaciones negativas de la vida.
Finding You
El nivel vuelve a subir con Finding You, un medio tiempo donde Kesha fusiona pop, rock, folk y soul. Desde el punto de vista lírico, Finding You es la clásica canción de amor en la que Kesha afirma que su pareja es su final feliz.
Rainbow
Con un nuevo videoclip, así celebró Kesha la salida de su álbum Rainbow. Y no con uno cualquiera, sino con la esperada canción de da título a su tercer trabajo de estudio. Rainbow es una delicada balada a piano en la que vuelve a hablar de que ha dejado atrás una etapa oscura y que ahora vuelve a ser capaz de soñar y de ver todo lo que vale.
Para Kesha, el arcoíris es un símbolo de esperanza, una certidumbre que, según ha reconocido, es lo que representa Rainbow, un disco que le ha “salvado la vida”.
Hunt You Down
El momento más country de todo Rainbow, tanto a nivel musical como lírico, llega de la mano de la pegadiza y animada Hunt You Down, una composición que perfectamente podría haber formado parte del repertorio de June Carter (interpretada por Reese Witherspoon en la película En la cuerda floja de 2005).
Boogie Feet (junto a Eagles of Death Metal)
Esta segunda colaboración con Eagles Of The Death Metal es, sin duda, la canción más roquera de todo el Rainbow de Kesha. Sigue el estilo del Dirty Love de Warrior, tanto a nivel musical como de actitud, la de la Kesha gamberra, la que solo quiere bailar y no pensar.
Ni Let ‘Em Talk ni Boogie Feet aportan nada nuevo, pero, en este caso, eso ¡da igual!, puesto que tienen todo lo que se les pide a los temas inspirados en el rock clásico, estar bien resueltos. O lo que es lo mismo, que cuenten con mucha batería, guitarra eléctrica y unas estrofas vibrantes rematadas con estribillos inmediatos y potentes.
Boots
En Animal, Kesha incluyó una pista llamada Boots and Boys en la que nos hablaba de sus 2 pasiones, por aquel entonces, las botas vaqueras y los hombres. Casi una década después, vuelve a dedicarle una canción a las botas. Eso sí, en este caso, en lugar de ser un imán para sus ligues, son el calzado que lleva su amado.
Desde el punto de vista musical, Boots fusiona electrónica con folk/country de forma similar al Avicii de True (2013) o de algún tema de Stories (2015). Boots es, además, la composición más cercana a la era petarda de Kesha.
A pesar de lo bobalicona que es la letra, desde la primera escucha, Boots se muestra como uno de los temas más interesantes del Rainbow de Kesha. Además, debido, precisamente, a la letra y al ritmo, puede servir para reconciliar a la cantante con les fans que le abandonaron cuando mostró interés por el rock en Warrior.
Old Flames (Can’t Hold a Candle to You), junto a Dolly Parton
La versión original de esta canción, firmada por Pebe Sebert (la madre de Kesha) y cantada por Dolly Parton en 1980, es una sosegada balada country. Como vimos cuando repasamos la discografía de Kesha, la cantante ya publicó un cover de Old Flames en su EP Deconstructed (2013).
El dueto que nos presenta en Rainbow poco tiene que ver con esa última, puesto que, aunque ha conservado la esencia country, le ha incorporado una irresistible base de rock psicodélico.
Godzilla
Tras Old Flames, Kesha sorprende con la letra de Godzilla, que, en principio, no tiene mucho sentido. En la canción, Kesha lleva a Godzilla a un centro comercial, que destruye, o se lo presenta a su madre y esta llama a la policía y huye despavorida, como todo el mundo… Menos Kesha, que está enamorada de Godzilla y ve rasgos positivos de su personalidad-animalidad que el resto, no.
Por tanto, aunque no lo parezca, Godzilla es una canción de amor en formato country, que se convierte en la tercera pieza menor de Rainbow.
Spaceship
A un nivel similar a Godzilla, en el sentido de que es otra composición menor del disco, se encuentra Spaceship. A ritmo de country clásico, Kesha vuelve a ponerse seria o, más bien, reflexiva, en un tema que sube ligeramente el listón respecto a Godzilla y que es, sin duda, la mejor forma de finalizar el álbum.
Después de 13 canciones, que de una u otra manera, hablan de ella, Rainbow de Kesha se cierra con una reflexión, en primera persona, sobre la humanidad: vivimos en un planeta lleno de odio, pero en el espacio todo lo humano se vuelve insignificante, excepto el amor, lo más importante de la vida.
Menudo castañazo se ha metido con el de este año. Hija, vuelve a tus inicios tipo Gaga, pero no tipo 2010 igual… no ha pasado tanto de Tik Tok cfomo sacar canciones nostálgicas de ese sonido