Sam Smith se desdobla en Love Goes
El pasado 30 de octubre, Sam Smith publicaba su tercer disco: Love Goes. Originalmente llamado To Die For, sucede a The Thrill of It All (2017) y llega tras unos años de crecimiento emocional, en los que Smith ha revelado que es una persona trans no binaria y ha dirigido su sonido a ritmos más electrónicos. Sin un sencillo potente que apoye el debut de Love Goes de Sam Smith, el trabajo incluye la mayor parte de los lanzados tras Promises (2018).
Tanto por las canciones que liberó en 2019 como este 2020, la impresión que transmite Smith es la de que se encuentra en una etapa de transición entre la música que le proporcionó la fama y la que le pide su vida actual.
La dualidad en la discografía de Sam Smith
Hace ya 8 años, Christina Aguilera publicaba el peor de sus discos: Lotus. Un sonoro fracaso, aún más abultado que el de Bionic (2010), evidenciaba la existencia de 2 Aguileras: la popera sin pretensiones y la resiliente.
Esta división no se quedaba en las letras, sino también en los géneros musicales abordados en un trabajo que parecía una lucha entre ellos, más que una integración de los mismos.
Sam Smith, una carrera de cambios estilísticos
Aunque no se suele recordar, cabe destacar que Sam Smith debutó con el soul rock Bad Day All Week (2008). Después, probó suerte con:
- El deep house en When It’s Alright (2009)
- De nuevo, deep house junto a future garage en Latch (2012)
- La balada a piano de ecos soul en Lay Me Down (2013)
- El uk garage en La La La (2013)
- El breakbeat en Money On My Mind (2014)
De hecho, la promoción de su álbum debut, In the Lonely Hour (mayo 2014), no se volvió baladista o de medios tiempos de sonido conservador hasta que Stay With Me no conquistó las listas mundiales.
A partir de entonces, dentro de su carrera en solitario, esta estrategia desapareció cuando Dancing With a Stranger (2019) fue seguida de How Do You Sleep? y la versión del I Feel Love (1977) de Donna Summer.
Love Goes de Sam Smith vuelve a los tiempos de convivencia de estilos
Como consecuencia, en la crítica del álbum, agrupamos sus canciones en 2 grupos:
- Aquellas que beben de su gusto y éxito con las baladas-medios tiempos
- Las que siguen la estela marcada por How Do You Sleep?, Dancing With a Stranger o Promises
Canciones ‘marca Sam Smith’ en Love Goes
- Young (cuca balada casi a cappella)
- For the Lover that I Lost (insípida balada a piano, versión de Céline Dion)
- Breaking Hearts (aceptable balada r&b/pop)
- Forgive Myself (buena balada a piano, que queda diluida por tanto tema similar a su alrededor)
- To Die For (pasable balada pop)
- Fire on Fire (aceptable balada de pop orquestal)
- Sober (aceptable medio tiempo r&b/pop)
- Laurel Canyon (agradable medio tiempo de pop/rock acústico), figura en este grupo porque tiene un precedente en Palace del disco anterior
La intención pop o arriesgada en Love Goes de Sam Smith
- Diamonds (correcto medio tiempo disco)
- Another One (satisfactoria balada a piano de toques electro r&b)
- My Oasis, junto a Burna Boy (pasable medio tiempo afrobeat de ecos latinos y electrónicos)
- So Serious (correcto medio tiempo r&b, revestido de electrónica)
- Dance (‘Til You Love Somebody Else), bailable y efectivo, pero mediocre número house
- Love Goes, interpretada junto a Labrinth (correcta, pero repetitiva balada de pop orquestal y tímido trap)
- Kids Again (satisfactoria balada britpop)
- Dancing With a Stranger, junto a Normani (sensual medio tiempo disco y r&b)
- How Do You Sleep? (interesante medio tiempo electro r&b y trap)
- I’m Ready, junto a Demi Lovato (buen himno hip hop para el Orgullo, pero decepcionante al perder en el estribillo la prometedora oscuridad de las estrofas. Aunque, a fuerza a escuchas, el conjunto funciona, la luminosidad r&b-góspel del estribillo estropea el dueto)
- Promises, junto a Calvin Harris (aceptable medio tiempo disco house)
¿Qué historia nos cuenta el tercer disco de Sam Smith?
Love Goes de Sam Smith se abre con Young. Así, cumple con un doble objetivo:
- Acercarnos la presión que sufrió, a principios de su carrera, que le llevó a cometer una serie de errores (no los aclara) de los que se disculpa
- Manifestar que es joven y, por tanto, libre de desmelenarse y experimentar
La parte del contexto
Tras el aviso inicial, Diamonds desvela que a su ex solo le interesaba sacar rédito de la fama de Smith. En consecuencia, le dejó y, para mitigar el dolor, recurrió a salir de fiesta, emborracharse, ligar, acordarse de las canciones de Robyn sobre llorar en la pista de baile y, como colofón, componer un tema inspirado en todo ello (Another One).
En My Oasis, rememora que el amor hacia su pareja funcionaba como un oasis y, en So Serious, cómo cambió todo después de un verano de ensueño.
Alcohol, baile y dolor
Dance (‘Til You Love Somebody Else) evidencia un descenso a los infiernos emocionales de los que espera salir de la mano de un nuevo amor.
Cuando vivimos una ruptura o queremos desenamorarnos de alguien que no nos corresponde, siempre tenemos días de recaída en la idealización y en la nostalgia. De ello nos habla For the Lover That I Lost. Otros días, toca expresar el dolor y, también, hacer autocrítica, como en Breaking Hearts.
Memoria de la buena
Las preguntas sin respuesta, que tanto nos repetimos (y que tanto daño nos hacen) son las protagonistas de Forgive Myself. Justo esta pista marca un punto de inflexión en Loves Goes de Sam Smith: descubre que necesita perdonarse.
Por eso, el álbum continúa con el tema homónimo, que le recuerda que hizo bien en ser quien cortó la relación.
Tiempo para reconstruirse
Después de Love Goes, llegamos al final de la historia con Kids Again (las canciones del segundo CD y los 2 bonus tracks son versiones extendidas de lo que cuenta en el disco en sí).
En este corte, se intuye cierta serenidad, aunque todavía pese mucho la tristeza.
Love Goes de Sam Smith: el veredicto
Al escuchar este trabajo de la estrella británica, sucede algo que cualquier artista trataría de evitar: prácticamente ninguna de las canciones deja el menor atisbo de huella. Tanto en la primera como en la segunda, tercera e, incluso, cuarta escucha, Love Goes de Sam Smith pasa sin pena ni gloria.
En este sentido, apenas Young, Diamonds, Another One, Kids Again y Dance (‘Til You Love Somebody Else) invitan a un nuevo intento. El problema es grave porque no estamos ante un disco de Róisín Murphy o Björk, sino ante uno de pop convencional, salpicado de algún que otro tenue destello electrónico y r&b.
Justo esta carencia de ganchos, pero, sobre todo, de apuesta fuerte por un estilo (en lugar de intentar contentar a sus fans del pasado con quienes se le han unido en su tímida evolución al pop) es lo que conecta Love Goes de Sam Smith con Lotus de Christina Aguilera.
Smith, como Aguilera entonces, no se decide por ningún género, pero lo crucial es que no da en la diana con casi ninguno de ellos. En general, son números olvidables a los que no habríamos prestado atención si no fueran de Smith.
Todo es prescindible y le sitúa en una tierra de nadie, con composiciones mediocres y poco osadas, por mucho que declare que el contenido de Loves Goes desafía lo que la industria musical ha querido imponerle.
un rollo de disco y su primer flop….. pobre Sam xd
Qué pena de álbum con lo que prometían Dancing with a stranger o how do you sleep. Es un poco Smile, un tira y sobre todo afloja…