Crítica del disco Róisín Machine de Róisín Murphy

Róisín Machine de Róisín Murphy: la antítesis de Smile

Desde el lanzamiento de Take Her Up to Monto (2016), Róisín Murphy inició una etapa de sencillos sueltos. En general, de una experimentación más liviana que la de los cortes del citado álbum y su antecesor Hairless Toys (2015), discurrían por funk electrónico, house, ritmos eurodance (como Plaything, 2018) o disco. Precisamente, este último es el estilo que, según lo anunciado, domina Róisín Machine de Róisín Murphy, ¿el sucesor de Overpowered?

Róisín Machine de Róisín Murphy: el concepto detrás del disco

Para Murphy, Róisín Machine no es solo un álbum, sino un manifiesto. Terminado en junio, recoge 10 años de trabajo intermitente y diferentes temáticas, pero un mensaje principal que destaca del resto: seguir bailando.

Crítica para Róisín Machine de Róisín Murphy

Róisín Murphy reivindica la importancia de bailar en Róisín Machine (foto: captura procedente del videoclip de Narcissus).

En solitario, en la cocina, en medio de la calle o donde sea. Bailar es libertad y una mágica manera de proporcionarle al cuerpo y al cerebro “la mejor actividad cardiovascular”, según sus propias palabras.

Además, en el disco subyace otra intención, homenajear sus raíces en la subcultura rave de Sheffield (Reino Unido) durante los 80 y 90, así como la energía que emanaba de ese grupo de DJs y artistas de electrónica underground.

Review para Róisín Machine de Róisín Murphy

Imagen promocional para Something More, uno de los sencillos de Róisín Machine de Róisín Murphy.

Canción a canción: crítica de Róisín Machine de Róisín Murphy

Review del disco Róisín Machine de Róisín Murphy

La portada del disco Róisín Machine de Róisín Murphy.

Simulation

A lo largo de su carrera, tanto en Moloko como en solitario, Róisín Murphy ha entregado canciones de larga duración. No obstante, esta inclinación por sobrepasar los 6, 7, 8 o 9 minutos se ha vuelto mucho más común desde 2012:

  • Evil Eyes, más de 6 minutos
  • Exploitation, más de 9
  • House of Glass, más de 6
  • Hairless Toys (Gotta Hurt), más de 6
  • Mastermind, más de 6
  • Nervous Sleep, más de 7

De hecho, fue en 2012 y tras 2 años de trabajo junto a Crooked Man cuando se lanzó el tema que abre Róisín Machine de Róisín Murphy. Para la edición estándar, este extraordinario medio tiempo house y disco ha visto reducida su duración en 3 minutos, sin que ello haya supuesto la pérdida de su encanto inicial.

En este sentido, aunque en esta ocasión los más de 11 minutos originales para nada generan la sensación de absurda reiteración, sí es de agradecer que Murphy haya apostado por una duración más en la línea de todo el trabajo.

Por último, solo queda decir que, en Simulation, se escuchan influencias propias (remite a la era Overpowered, 2007) y también del disco-nu disco sensual de Kylie Minogue y los momentos más house del Confessions On A Dance Floor (2005) de Madonna.

Kingdom Of Ends

Entre unos envolventes y fantasmales coros góspel, se abre camino otro espectacular medio tiempo de experimental y accesible disco en Róisín Machine de Róisín Murphy. Conforme el corte avanza, cobra mayor protagonismo el acid house hasta que explota en el tramo final.

Respecto al contenido lírico de Kingdom Of Ends, si en Simulation Murphy nos habla de una simulación sobre sí misma para contar su historia y propio final feliz, en la pista que nos ocupa, describe el lugar al que conduce la rutina: la ausencia de deseos.

Something More

Tras la melancólica Kingdom Of Ends, llega el turno de la tercera joya consecutiva de Róisín Machine de Róisín Murphy: Something More. De nuevo, nos encontramos ante otro medio tiempo, aunque se trata del más bailable de los 3.

Cuando suenan los primeros acordes, da la impresión de que Something More se sumerge en proto-eurodance, es decir, dance ochentero y house. Eso sí, muy pronto evoluciona hacia un exquisito deep house noventero.

En cuanto a su letra, el sexto sencillo de Róisín Machine de Róisín Murphy rechaza el destino de Kingdom Of Ends y manifiesta que lo quiere todo (un castillo en España, más amantes en su cama o deshacerse de la tensión a través de sus deseos) y vivir sin arrepentimientos.

Shellfish Mademoiselle

La sofisticación alcanza una nueva cumbre en el número disco Shellfish Mademoiselle, el Break My Heart de Róisín Machine de Róisín Murphy.

Esta referencia no es aleatoria porque, precisamente, el tercer single de Future Nostalgia de Dua Lipa sonaba a Murphy y, también, incluía un verso muy apropiados para un momento en el que las discotecas están cerradas (I would’ve stayed at home).

En el caso de Shellfish Mademoiselle, las frases vinculadas con la era Covid-19 no son fruto de la casualidad, puesto que Murphy canta:

  • “How dare you sentence me to a lifetime without dancing” (cómo te atreves a sentenciarme a una vida sin bailar [en la pista, se entiende])
  • Y, después, añade “sé que no debería estar bailando en un momento como este, puedo ser un poco egoísta”
Incapable

Tras el EP The Rumble/World’s Crazy (2018), todas las canciones que ha liberado Róisín Murphy han terminado en Róisín Machine.

La primera de ellas fue Incapable, su mayor éxito en Spotify desde Ancora Tu (2014) con más de 3 millones de escuchas. Además, justo la versión extendida (de casi 8 minutos y medio) es la que ha disfrutado de la mejor acogida, duplicando los streams del radio edit.

Róisín Machine de Róisín Murphy, crítica del disco

Carátula posterior de Róisín Machine de Róisín Murphy.

Dentro de Róisín Machine, la Incapable que se escucha suma 14 segundos a la versión para radio, que ni quitan ni ponen a una pista elegante, pero demasiado monótona, en la que se pregunta si será capaz de amar, dado que nunca se ha desmoronado ni ha experimentado tener el corazón roto.

Como curiosidad, Murphy compuso Incapable en 2010, cuando se separó de Simon Henwood, padre de su hija Clodagh Henwood.

We Got Together

Mucho mejor en el contexto del álbum, Incapable rebaja ligeramente la calidad de Róisín Machine de Róisín Murphy, que recupera el nivel previo con We Got Together, la canción más adictiva de la artista desde Cry Baby de Overpowered.

A este respecto, los sintetizadores suenan de manera similar, lo suficientemente parecidos para establecer paralelismos entre ambos temas y, a su vez, lo suficientemente diferentes para que cada pieza cuente con entidad propia.

Bailable a más no poder, gracias a una formidable integración de disco y electro, el primer uptempo de Róisín Machine es una explícita invitación a darlo todo en la pista, cuyo empleo del vocoder parece rendir homenaje a la Cher de Believe (1998).

Murphy’s Law

Con el paso de los meses, Levitating de Dua Lipa se ha deshecho de la limitante similitud con Blame It On The Boogie (1978) de The Jackson 5 y, a día de hoy, su retro nostalgia solo suma. Un camino paralelo ha seguido Murphy’s Law, el Levitating de Róisín Machine de Roisin Murphy.

Cuando se publicaba el 4 de marzo, su disco sofisticado sonaba demasiado convencional (por estructura y ritmo) para el universo Murphy, como si estuviese dispuesta a sacrificar la experimentación para que la industria le volviese a prestar atención (la letra parece aludir tanto a ello como a una ruptura amorosa)… aunque sea un descarte, mejorado posteriormente, de Overpowered.

Sin embargo, quedarse con las primeras impresiones sobre Murphy’s Law significa desmerecerlo y, al mismo tiempo, obviar que sus 8 minutos de duración original (en el álbum, se han quedado en 6:21) demuestran que la ambición de Murphy va más allá de crear cortes para un público mayoritario.

En este sentido, sí, Murphy’s Law es un acercamiento al disco mainstream, pero con las condiciones de la artista o lo que es lo mismo, dando rienda suelta a su fascinación por las experiencias sonoras de larga duración.

De hecho, aunque casi duplique los minutos de Incapable, parece durar la mitad, por lo bien construida que está.

Game Changer

En Murphy’s Law, Róisín Machine de Róisín Murphy recuperaba la senda de los medios tiempos, en la que se sumerge de lleno con la fantástica Game Changer. Envolvente como Simulation, su sonido house de ecos disco remite a la Madonna de Vogue (1990) y Erotica (1992).

Descrita por Murphy como su favorita del álbum, Game Changer está dedicada a Richard Barratt (verdadero nombre de Crooked Man), que ha producido y co-escrito Róisín Machine, a quien describe como una musa que le invita a cambiar las reglas del juego.

Narcissus

Perfectamente empastada con Game Changer, Narcissus es una obra maestra de eufórico disco 100% setentero y lo más parecido de su discografía a Sing It Back (1998) y The Time Is Now (2000).

Segundo número uptempo de Róisin Machine de Róisín Murphy, trata sobre la leyenda mitológica de Eco y Narciso. De esta manera, la artista nos avisa de la triste soledad tras el narcisismo.

Jealousy

La edición estándar de Róisin Machine se cierra con otra pista grabada hace varios años. En esta ocasión, 2015, cuando Jealousy se publicó entre Gone Fishing y Exploitation (ambos pertenecientes a Hairless Toys).

Como composición del álbum, Murphy y Barratt han prescindido del house mix y apostado fuerte por el disco mix, el mismo que sampleaba New York’s Movin (1981) de Ahzz.

Además, de nuevo, le han reducido la duración: ha pasado de los 11:39 y 8:47 a unos asequibles 4:13, que, al comprimir, ensalzan la canción.

Envuelta en un frenético y, también, setentero ritmo disco, proporciona a Róisin Machine de Róisín Murphy el final por todo lo alto que merece.

Y no solo en el plano musical, sino también en el lírico, ya que desmitifica los celos, “el lado más oscuro de un hermoso sentimiento”.

Veredicto sobre Róisin Machine de Róisín Murphy

Este 2020 se han publicado 3 grandes álbumes dedicados a la música disco:

  • Future Nostalgia de Dua Lipa (homenaje repleto de grandes canciones)
  • What’s Your Pleasure? de Jessie Ware (un tributo marcado por la elegancia y la sofisticación)
  • Chromatica de Lady Gaga (lo suma a su estilo sucesor, el house)

Con la llegada de Róisin Machine de Róisín Murphy, la lista incorpora un nuevo miembro y cada uno complementa al otro. Si Future Nostalgia y Chromatica son los dotados de la clave comercial sin perder de vista la excelencia, el de Ware se mueve por ritmos más sofisticados y oscuros.

Por su parte, Murphy se inclina por abordar un disco elegante como el de What’s Your Pleasure al que agrega experimentación, rasgo inherente a toda su trayectoria.

¿Es pronto para afirmar que Róisín Machine de Róisín Murphy es mejor que Overpowered?

La respuesta es no, puesto que la cohesión y el equilibrio entre la Murphy más mainstream y la experimental otorgan la victoria a Róisín Machine.

También, juega a su favor que no suponga una vuelta a sus raíces sin más, sino que se mantiene fiel a sí misma, dándonos el baile que le llevamos años pidiendo y una suave experimentación.

Dicho de otro modo, ha tomado la esencia de Overpowered y le ha añadido la contención que necesitaba, la misma que habría convertido el disco de 2007 en un trabajo redondo.

Además, lo hace con una garra, discurso y una potencia que le permiten salir reforzada, a diferencia de lo que le ha ocurrido a Katy Perry y su Smile.

De esta manera, Róisin Machine de Róisín Murphy la reconcilia con la inmediatez, al mismo tiempo que manda el mensaje de que sigue adelante y que estancarse no entra en sus planes.

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