Consecuencias sociales del neoliberalismo en Reino Unido

Neoliberalismo en Reino Unido: North Peckham Estate

A propósito del videoclip que Salomon Ligthelm ha dirigido para la espectacular Introvert de Little Simz, profundizamos sobre las viviendas sociales del Movimiento Moderno en Londres. En concreto, sobre las Five Estates y cómo el neoliberalismo en Reino Unido las convirtió en guetos.

Margaret Thatcher y el neoliberalismo en Reino Unido

Margaret Thatcher implantó el neoliberalismo en Reino Unido. Al otro lado del Atlántico, Ronald Reagan hizo lo propio en Estados Unidos. Así, hirieron gravemente la socialdemocracia con una doctrina que domina la política económica desde entonces, tanto en gobiernos de izquierdas como de derechas (foto: Wikipedia).

Legado del neoliberalismo en Reino Unido

Durante el período que comprende desde la victoria de Margaret Thatcher (mayo de 1979) hasta la derrota de John Major (mayo de 1997), los diferentes gobiernos del partido conservador implantaron el neoliberalismo en Reino Unido.

Alabada y odiada a partes iguales, Thatcher quiso reflotar la economía británica a costa de acabar con el consenso sobre responsabilidad social y economía keynesiana, que había predominado tras la Segunda Guerra Mundial.

John Major y el neoliberalismo en Reino Unido

Durante su mandato, John Major, que ya había sido canciller de Hacienda en el último gobierno de Margaret Thatcher, puso en marcha políticas que reforzaron el neoliberalismo en Reino Unido (foto: The Telegraph).

Y es que, en los años 70, Reino Unido sufrió con dureza el colapso económico (de hecho, el país fue rescatado por el FMI en la crisis de 1975-1976), lo que provocó la caída en desgracia del partido laborista y el ascenso del conservador.

Neoliberalismo en Reino Unido: las cifras

En general, durante los 18 años que imperó un feroz neoliberalismo en Reino Unido (1997 no marcó su fin, pero sí su relajación hasta la crisis de 2008), el país se enfrentó a diferentes crisis económicas.

De todas salió, pero no tan airoso como suele creerse:

Impacto en cifras macro-económicas o presupuestarias

  • En 18 años, solo un trimestre (el tercero de 1987) registró un crecimiento superior al 2% (2,4%, en concreto)
  • 2,09% de aumento medio anual de la renta per cápita (el más bajo desde la recuperación económica en la posguerra)
  • La brecha salarial entre hombres y mujeres pasó de un 0,66 en 1979 a 1,62 en 1990 y al 2,1 en 1997
  • La desigualdad (según el coeficiente de Gini) subió del 0,25 en 1979 al 0,34 en 1991 (en 1997, rondada el 0,33, dato similar al registrado desde entonces)
  • En el período previo a las elecciones de 1979, la tasa de desempleo se situó en un 4,2%, cifra que jamás pudo, ni siquiera soñar, Thatcher durante su largo mandato (en 1982, alcanzó el 12,5% y, cuando dimitió en 1990, aún se encontraba en el 6,1%. Con Major, se alcanzó un 10,6% en 1993 y cuando dejó su cargo la tasa aún se situaba en un 7,2%)
  • Aumento del 41 al 49% de gestión privada en la prestación de servicios sociales (la financiación pública para dichos servicios subió del 27 al 31%)

El neoliberalismo en Reino Unido resucitó el racismo pre-Segunda Guerra Mundial

  • Thatcher re-introdujo el discurso racista en la política dominante del Reino Unido y así el neorracismo dejó de ser patrimonio exclusivo de la derecha fascista
  • Durante su mandato, además, la Dama de Hierro jamás condenó el apartheid en Sudáfrica

Aumento considerable de la pobreza

  • La renta familiar disponible real equivalente disminuyó un 0,29% durante el mandato de Thatcher (de 1990 a 1997, se recuperó un 2,23%, lo que dio a la era de neoliberalismo en Reino Unido un incremento de solo un 0,69% en 18 años)
  • Este estancamiento fue contrarrestado con un importante acceso al crédito, que disparó la deuda de los hogares del 37% del PIB en 1979 al 73% en 1990
  • Tal y como recogía John Hills en Thatcherism, New Labour and the Welfare State (1998), el porcentaje de población con ingresos inferiores a la media pasó de menos del 10% en 1979 a casi el 20% en 1990
  • Si en 1979 menos de la mitad de población residente en viviendas sociales tenía ingresos inferiores a la media, en 1995, esa cifra se había disparado al 75%
  • De 1979 a 1995, los ingresos del 10-20% de población más pobre se estancaron, en contraposición al aumento del 40% de media (dentro de esta última cifra, los que más aumentaron fueron los de la población más rica. En cambio, se redujeron los de la más pobre)

El neoliberalismo en Reino Unido abandonó a la clase trabajadora

Billy Elliot y el neoliberalismo en Reino Unido

La película Billy Elliot (2000) muestra los estragos del neoliberalismo en Reino Unido. En concreto, se desarrolla en el contexto de la huelga minera de 1984 a 1985.

  • Acabó con la fuerza sindical británica, lo que se tradujo en la pérdida de derechos y bienestar de la clase trabajadora
  • De hecho, si en 1979, el 82% de la masa laboral británica estaba cubierta por un convenio colectivo, en 1996, la cifra cayó al 35% (en 2020, era solo del 26%)
  • Thatcher privatizó todas las empresas administradas por el Estado y dio alas a la subcontratación, algo que también favoreció la proliferación de condiciones laborales basadas en la explotación

Promoción de la moral tradicional

  • La también conocida como Dama de Hierro defendió una nueva “economía moral”, es decir, un capitalismo individualista dominado por los valores conservadores del matrimonio, la familia tradicional y la seguridad
  • Esas imposiciones morales y el brutal aumento de la desigualdad dispararon la tasa de robos por cada 100.000 habitantes un 53% de 1981 a 1991 y la criminalidad, en general, creció un 34%
  • En 1988, el gobierno de Thatcher aprobó la Sección 28, una ley homófoba que prohibía a las autoridades “promocionar intencionadamente la homosexualidad o publicar material con la intención de promocionar la homosexualidad” y “promocionar la enseñanza de la aceptabilidad de la homosexualidad como una supuesta relación familiar en cualquier escuela subvencionada” (la ley fue derogada el 21 de junio de 2000 en Escocia y el 18 de noviembre de 2003 en el resto del Reino Unido)
  • Como consecuencia de la ley, las detenciones y condenas por relaciones homosexuales consentidas se multiplicaron, también la violencia contra las personas homosexuales y, en plena crisis del sida, demonizó al colectivo homosexual

La vivienda social y el neoliberalismo en Reino Unido

Viviendas sociales británicas: los council housing

¿Sabéis eso que suele decirse de las ciudades españolas sobre que, en el pasado, no se tuvo cuidado y se mezclaron diferentes tipos de arquitectura y edificios de alturas desiguales?

Pues bien, no solo ocurrió en España. Por ejemplo, otro lugar fue Reino Unido y, en especial, en y en torno a los council housing (grandes desarrollos de viviendas sociales que se alquilan a familias de pocos recursos económicos, gestionados por los distritos y barrios).

Siempre lo calificado como digno es para clases no privilegiadas

La historia de los council housing se remonta al siglo XIX. Entonces, millones de personas migraron del campo a las ciudades industriales.

Ninguna de ellas estaba preparada para alojar a tanta gente, por lo que vivía hacinada y en unas condiciones deplorables. Para las clases privilegiadas, esto no supuso ningún problema hasta que empezaron a temer que las enfermedades de la clase obrera alcanzasen sus barrios.

Con el objetivo de evitar que tal cosa sucediera, empezaron a presionar al Gobierno para que se hiciera cargo de la construcción de viviendas dignas.

Así, en 1919, Londres, Glasgow y Liverpool iniciaron la construcción de los primeros council housing. Estos, sin embargo, no atajaron el problema, puesto que, en su mayoría, se destinaron a combatientes (y sus familias) en la Primera Guerra Mundial, así como a clase obrera con posibilidades de alcanzar el estatus de clase media.

Construidos a las afueras de las ciudades, estos primeros complejos estaban compuestos por espaciosas viviendas de 3 habitaciones, jardín y grandes ventanales.

Primeros british council del Reino Unido

3 de los primeros british council del Reino Unido: Becontree (años 20, Londres), Norris Green (misma década, Liverpool) y Pollok (años 30, Glasgow). Fotos: Wikimedia Commons y Keith Jones.

Realojos fuera del centro

En Reino Unido, las zonas más deprimidas solían concentrarse en el centro de las ciudades. Allí, la clase obrera vivía en viejas viviendas o en chabolas de construcción propia, pegadas a las fábricas.

Desde 1930, el Housing Act (la Ley de Vivienda) otorgó a los barrios el poder de comprar y demoler todas esas infraviviendas. La idea era sustituirlas por viviendas sociales, pero, en la práctica, supuso la expulsión de la pobreza hacia la periferia.

Fue justo en el extrarradio donde los barrios levantaron las estates para toda esa gente humilde que anteriormente vivía en el centro.

Ya en los 50, 60 y principios de los 70, las viviendas sociales londinenses empezaron su asalto a los cielos. Así, surgieron los llamados streets in the sky, inmuebles interconectados por pasarelas (normalmente, torres de viviendas combinadas con bloques de menor altura).

Edificios streets in the sky en Londres

La brutalista Trellick Tower (1966, Londres), ejemplo de streets in the sky (foto: Chris).

En las décadas posteriores, fueron objeto de grandes críticas, puesto que favorecían la superpoblación, es decir, el hacinamiento.

Las Five Estates: microcosmos de miseria, delincuencia y silencio

En 1994, el neoliberalismo en Reino Unido ya había hecho estragos. Esta realidad evidenció que las estates de los 50, 60 y 70 habían sido un auténtico fracaso o, mejor dicho, no habían propiciado que sus residentes pudieran escapar de la pobreza.

Southwark y su plan de regeneración para Peckham
Sumner Estate en el barrio de Peckham de Londres

Sumner Estate se inauguró en 1937 (imagen izquierda) y fue ampliada tras la Segunda Guerra Mundial. Esta parte más moderna contaba con ascensores y calefacción central, comodidades que no llegaron a las viviendas antiguas hasta bien entrados los años 70 (fotos: Layers of London y Alison Day).

Con la intención de resolver los problemas, Southwark agrupó Sumner Estate, Willowbrook Estate, Gloucester Grove, Camden Estate y North Peckham Estate en las Five States. Todos estos complejos compartían los mismos problemas: colapso social y fiasco absoluto en materia de diseño.

Willowbrook Estate, Londres

La Willowbrook, construida en 1964, fue diseñada por William Mitchell. Aunque cuidó el diseño exterior, Mitchell concibió un complejo de una alta densidad de población en poco espacio (fotos: Willowbrook TMC y Peter Marshall).

Al unirlos en una misma entidad y tras presentar la documentación pertinente, las autoridades de Southwark consiguieron unos fondos récord de 260 millones de libras (más de 300 millones de euros) del Single Regeneration Budget (SRB, un plan estatal para financiar la regeneración urbana en los peores british council).

Camden Estate, viviendas sociales de Londres

Camden Estate (1972), las primeras viviendas sociales de las Five Estates con pasarelas de conexión intracomunitaria: las streets in the sky (foto: Municipal Dreams).

Solo una década después, las iniciales Camden Estate y North Peckham Estate habían sido demolidas. En su lugar, se encuentran unas viviendas sociales menos rebuscadas, experimentales o revolucionarias en el diseño y más como debieron haber sido desde el principio: iguales a las de cualquier otra persona.

Del resto:

  • Willowbrook Estate conservó y reformó los edificios bajos
  • Sumner Estate, los más nuevos y aquellos de valor arquitectónico
  • Gloucester Grove modificó las partes más problemáticas
Sumner Estate en la actualidad

Sumner Estate en la actualidad (foto: edición propia sobre captura en el Street View de Google Maps).

Casi kilómetro y medio de pasos elevados

Aunque Estrabón jamás dijo ni escribió aquello de “una ardilla podía cruzar España, de árbol en árbol, sin tocar el suelo“, la imagen que describe resulta similar a lo que se decía sobre Gloucester Grove, Camden Estate y North Peckham Estate: se podían recorrer los 1,45 kilómetros que separan el borde del Burgess Park (St George’s way) con Peckham Road sin tocar el suelo.

¿Cómo? Por medio de las pasarelas elevadas.

En este sentido, las de Gloucester Grove son las únicas que no han desaparecido, puesto que el complejo sigue en pie. Ocupa St George’s way entre las calles Chandler y Cator.

De planta serpenteante y fachadas de ladrillo, consta de unas singulares entradas semicirculares (de ladrillo y baldosas de vidrio). En total, Gloucester Grove cuenta con 1210 viviendas, repartidas en 29 bloques de 3 a 8 plantas.

North Peckham Estate y el asesinato de Damilola Taylor

El declive de North Peckham Estate por el neoliberalismo en Reino Unido

El declive de North Peckham Estate fue una consecuencia directa del neoliberalismo en Reino Unido. En la imagen, adolescente de identidad desconocida en las pasarelas del conjunto (foto: Wikimedia Commons).

1 – Descripción del complejo

Con 1444 viviendas y 65 bloques de 5 pisos, North Peckham Estate fue la urbanización más grande de las Five Estates. También, la que más lejos llevó el innovador concepto de las streets in the sky.

Iniciada en 1966, se dividía en 2 clases de manzana: residencial y de estacionamiento para vehículos, tanto de residentes como de visitantes. En la segunda planta de la zona de estacionamiento, se encontraban diferentes tiendas, lavanderías, pubs y espacios comunes, repartidos en pasillos y áreas de reunión (patios, caminos ajardinados…).

Todos esos negocios y espacios quedaban vinculados con distintas plataformas peatonales, que creaban una red de caminos intracomunitarios que unían viviendas, tiendas y otras zonas de paso.

De esta forma, sus habitantes podían recorrer 2,5 millas de pasos elevados (≈4 kilómetros) sin exponerse al tráfico y suciedad londinenses.

Respecto a las viviendas, presentaban formas y tamaños variados. De hecho, había dúplex, pisos de 5 habitaciones… todos con terrazas/balcones propios.

En este sentido, todo el diseño de North Peckham Estate resultó de una serie de estudios sociológicos y técnicos detallados. Además, una vez terminada, fue descrita como una obra maestra europea por Alfred Robens (barón Robens de Woldingham, entonces, laborista).

2 – Las buenas intenciones no siempre son suficientes

Al principio, todo en North Peckham Estate parecía maravilloso. Sus residentes y la prensa local se deshacían en halagos, pero este bienestar empezó a resquebrajarse en 1977.

Todavía era percibido como un complejo en el que vecindad y encuentro convivían en perfecta armonía. No obstante, el hecho de que viviendas y zonas comunes (pasarelas, sobre todo) compartieran espacio generaba la frecuente ruptura de las ventanas.

Además, las áreas de juego y esparcimiento, prometidas en el proyecto, no se habían materializado, lo que provocó que esas actividades tuvieran lugar en pasillos y pasos elevados. Así, poco a poco, toda la propiedad se fue deteriorando.

Gloucester Grove Estate en los 80

Gloucester Grove Estate, propiedad vecina de North Peckham Estate y de diseño similar, en 1988 (foto: Tower Block).

De hecho, si en los 60 North Peckham Estate era una idea feliz, en los 70, se hizo evidente que la alta densidad de población, combinada con un entramado de bloques-barrio, no casaba del todo bien con la vida práctica.

No obstante, este baño de realidad puede calificarse como suave en comparación con lo acaecido en los siguientes años. A este respecto, a finales de los 80, la Unión Europea (entonces, Comunidad Económica Europea) consideraba North Peckham Estate como el complejo de viviendas más deprimido de Europa occidental.

Un diseño conceptual que nació muerto

Del mismo modo que los barrios más ricos de las ciudades jamás son descritos como dignos (gran eufemismo de migajas con el que se calman conciencias), normalmente, los experimentos en materia de vivienda pocas veces van dirigidos a personas de clases pudientes.

Alexandra Road Estate en Londres

Las famosas y brutalistas Alexandra Road Estate y Whittington Estate, también, son complejos de viviendas sociales. También, responden a ideas conceptuales, que en la práctica provocaron problemas de seguridad o aclimatación. Eso sí, en realidad, son chalets adosados y se encuentran en Camden, un distrito privilegiado de Londres (fotos: Barnflakes y The Modern House).

Por tanto, aunque estos edificios sean el resultado de buenas intenciones, apestan a clasismo. Por ejemplo, Sáenz de Oíza no diseñó El Ruedo para que se construyera en pleno distrito de Salamanca o Chamberí.

Arquitectura moderna, experimental y pija

Nunca nadie utilizaría “digno” como adjetivo para describir las viviendas de las conceptuales Casa de la cascada, Farnsworth, Lucio Muñoz, el Edificio Girasol y las Torres Blancas porque no lo necesitan. No hace falta adornar su existencia. Podrán gustar más o menos, pero son viviendas grandes, es decir, de lujo. Experimentos, sí, pero los justos y en muchos metros cuadrados/fincas enormes (fotos: Wikimedia Commons, Metalocus y Víctor Berzal de Miguel).

Muchas veces todas estas nuevas formas de viviendas son concebidas para el pueblo, pero sin el pueblo

En el caso de North Peckham Estate, la idea de punto de encuentro y convivencia de residentes y no residentes era preciosa y bucólica, pero no tuvo en cuenta problemas endémicos para las clases más humildes:

  • Altas tasas de abandono escolar
  • Épocas de desempleo alternadas con temporadas en trabajos precarios
  • Mayor probabilidad de que surjan tensiones sociales
  • Importante probabilidad de recurrir a la delincuencia para salir adelante

Estos puntos no quieren decir que las personas que habitaron North Peckham Estate estropearan un concepto que, tal vez, habría funcionado entre personas más pudientes.

No, para nada. La culpa aquí procede del clasismo y su gran aliado, el capitalismo salvaje. De poco sirve construir un puntero parque de vivienda social si se abandona a su suerte a quienes lo habitan, si no se hace nada para evitar que proliferen los males, injustamente, asociados con la pobreza.

3 – La ley del más fuerte encontró cobijo en los pasillos de North Peckham Estate

Otro problema de las Five Estates tenía que ver con el mantenimiento de las zonas comunes. Según el informe enviado al SRB, el distrito de Southwark invertía unas 250.00 libras (290.000 euros) al año en reparar los desperfectos.

A todas luces insuficientes, esos arreglos eran un parche, puesto que no atajaban la sensación de inseguridad de un vecindario, en realidad, abierto a cualquiera que pasara por la calle.

Cuando los testimonios sobre el día a día en cualquiera de las 5 urbanizaciones van en la línea de “todo estaba, más o menos, bien si no mostrabas tu dinero”, está claro que la delincuencia abundada en ellas.

¿Por qué explotó en los 80?

Porque entonces ya campaba a sus anchas el neoliberalismo en Reino Unido. En este sentido, fue una década muy complicada para la clase media y todas las que están por debajo.

De hecho, como ya hemos visto al comienzo del artículo, el mandato de Margaret Thatcher (1979-1990) redujo el Estado del Bienestar a su mínima expresión.

Ella hablaba de libertad… la libertad de la clase privilegiada para pagar menos impuestos, pasarse por el forro la negociación colectiva… Vamos, la libertad de siempre para oprimir, pero luego culpar a las personas desfavorecidas de su situación.

Como consecuencia, no solo se disparó la desigualdad, sino también el desencanto vital y la criminalidad.

North Peckham Estate en noviembre de 2000

Los recortes presupuestarios y la concentración de pobreza, que causó el neoliberalismo en Reino Unido, llenaron North Peckham Estate de basura, como evidencia esta fotografía de noviembre del 2000 (foto: Jacky Chapman).

De vuelta a North Peckham Estate, esta contaba con 92 pasarelas y 49 accesos abiertos a cualquiera, lo que daba lugar a que quienes vivían en la urbanización nunca tuvieran la certeza de saber quién merodeaba por los pasillos y plataformas.

Todos los recovecos del diseño creaban una serie de zonas oscuras, perfectas para tratos entre pandillas, reyertas, atracos, peleas… y, también, para que cualquiera pudiera huir con facilidad tras cometer un crimen. En España, por ejemplo, sucedió algo similar con los bajos de AZCA.

Suciedad y deterioro de la finca donde murió Damilola Taylor

Aspecto de North Peckham Estate en la época en la que asesinaron a Damilola Taylor (imágenes superiores) y en 1990. En todos los casos, la suciedad y el deterioro son consecuencias directas de que el neoliberalismo en Reino Unido sumiera en la miseria a las personas más desfavorecidas (fotos: Daily Mail, Jacky Chapman y Alamy).

4 – Síndrome de la noche perpetua

Ese particular entramado de pasillos, sombras, delincuencia y miedo convirtió North Peckham Estate en un gueto donde cualquier cosa podía suceder. Sobre todo, en todos aquellos rincones que siempre estaban en penumbra, es decir, en noche perpetua.

Streets in the sky North Peckham Estate

2 zonas de noche perpetua a los lados de uno de los streets in the sky de North Peckham Estate (foto: The Guardian).

En los 90, la zona de Southwark donde se encontraban las Five Estates registraba unos datos que contrastaban con el entusiasmo asociado al neoliberalismo en Reino Unido:

  • Un 28% de población menor de 16 años
  • El 57% de ese 28 pertenecía a familias de ínfimos recursos económicos
  • De todos los hogares, el 16% eran monoparentales
  • La tasa de paro era del 31%
  • Para jóvenes de 16 a 19 años, el desempleo alcanzaba el 62% (a comienzos de los 80, “solo” era del 22%, pero a finales llegó al 43%)

Ante este panorama desolador, el dinero fácil que podía conseguirse con el crimen resultó muy atractivo para multitud de adolescentes y jóvenes, que se organizaron en diferentes pandillas.

Las drogas y la etnia, 2 elementos fundamentales en la ecuación

Antes de 1977, las minorías étnicas solían ser excluidas de los procesos de entrega de viviendas públicas. Todo cambió a partir de ese año y, de hecho, en los 80, se produjo el desembarco masivo de población negra y de otras etnias en las Five Estates.

De hecho, en 1991, las minorías étnicas ya suponían el 57% de la población. Ello provocó que el inglés perdiera su posición como primer y único idioma de la zona. Así, ese mismo año, el 60% del alumnado de las 2 escuelas locales de Primaria hablaba inglés como segunda lengua.

Esto puede sonar multicultural y enriquecedor, pero recordemos que estamos hablando del Reino Unido, un país en el que el acento con el que su población blanca habla inglés, aún hoy, influye en la posición económica que alcanzará.

Imaginad, por tanto, 3 décadas antes, las perspectivas de prosperar para migrantes de otras etnias y lenguas nativas.

Eran bajísimas, lo que convirtió la delincuencia en la única salida posible para multitud de jóvenes. A ello hay que sumar que las personas que residían en las Five Estates desde hacía más tiempo vieron en estas pandillas la causa de todos los problemas de la zona, en lugar de víctimas de un agresivo racismo y capitalismo.

Como consecuencia, la convivencia no hizo otra cosa que tensarse.

El éxodo blanco

Los british council permiten la rotación anual de residentes. Pues bien, en los 90, se alcanzó un 25% de rotación hacia otros desarrollos.

Además, en torno al 70% de residentes totales, deseaba cambiar de vivienda, pero no podía porque el problema no residía en sus hogares, sino en el ambiente de las estates.

Ese ambiente hundió el atractivo de unos complejos que empezaron a quedarse vacíos de habitantes de pleno derecho y a ocuparse de forma ilegal ante la más absoluta pasividad de las autoridades.

Así, cada vez, los problemas se recrudecían más. No es que los diseños arquitectónicos fueran malos per se (mejorables sí, desde luego), sino que la sociedad y, más en concreto, el poder utilizó las estates como alfombras bajo las que esconder problemas estructurales.

Por ejemplo, si en 1979, Southwark contaba con un presupuesto anual de 60 millones de libras para sus 36.000 hogares, en 1987, los recortes de Thatcher lo habían reducido a 28,5 millones de libras (la realidad, además, requería una inversión de 90 millones).

5 – Damilola Taylor, una víctima de todos los males de North Peckham Estate

El 27 de noviembre de 2000, Damilola Taylor fue asesinade cuando volvía a casa desde la biblioteca de Peckham. No eran ni las 4 de la tarde cuando, ya cerca de North Peckham Estate, 2 adolescentes de 12 y 13 años le clavaron una botella rota de cerveza en el muslo izquierdo.

Racismo institucional y sus consecuencias en Reino Unido

Las cámaras de videovigilancia captaron a Damilola Taylor a la salida de la biblioteca (foto: BBC).

En concreto, el arma alcanzó una arteria. Como pudo y mientras se desangraba, se refugió en unas escaleras de North Peckham Estate. Media hora después, moría en una ambulancia.

Criminalidad, consecuencia del neoliberalismo en Reino Unido

Damilola Taylor y la escalera de North Peckham Estate en la que se desangró (fotos: The Sun).

Taylor tenía 10 años y llevaba 3 meses viviendo en Londres. Había llegado desde Nigeria, junto a su familia, con la esperanza de que, en Reino Unido, los avances en medicina mejoraran la vida de su hermana Gbemi, enferma de epilepsia.

Una investigación marcada por muros de silencio

El deterioro que North Peckham Estate arrastraba desde el desembarco del neoliberalismo en Reino Unido favoreció, como ya hemos visto, la proliferación de pandillas criminales.

Como consecuencia directa, todas las personas ajenas a la delincuencia vivían con miedo a sufrir palizas, robos o represalias aún peores. Además, tampoco es que las instituciones estatales y municipales inspiraran una gran confianza al vecindario.

Por eso, cuando la policía empezó a investigar el asesinato de Damilola Taylor, se topó con silencio, miedo y recelo de decenas de familias abandonadas por el sistema. Asimismo, el cuerpo policial británico carecía de experiencia en el campo de infancia y adolescencia en pandillas.

Young Peckham Boys, la pandilla detrás del asesinato de Damilola Taylor

Danny y Rickie Preddie llevaban toda la vida en Peckham. Se habían criado con su madre y, cuando atacaron a Damilola Taylor, formaban parte de Young Peckham Boys, la pandilla que, entonces, atemorizaba North Peckham Estate.

Tanto era el miedo que despertaba que la policía no pudo recabar la información suficiente como para descubrir quién o quiénes habían matado a Taylor. Y es que, tal y como declaraba Rod Jarman a BBC, Young Peckham Boys funcionaba como un sindicato de crimen organizado.

Además, algo que sorprendió a la policía fue el hecho de que, jerarquías aparte, las víctimas de los delitos y les criminales se relacionaban entre sí.

Un juicio fallido y las condenas definitivas
Centro Damilola Taylor

Un año después de la muerte de Taylor, Tony Blair inauguraba un centro juvenil en su honor (foto: SE9 London).

En 2001, se produjo la detención de 4 adolescentes.

Durante el juicio (2002), una testigo clave fue calificada como no confiable. Como consecuencia, el proceso se saldó con 2 declaraciones de inocencia y otras tantas absoluciones.

Pasado un trienio, se descubrieron unas pruebas forenses, que vincularon a Hassan Jihad (15 años en 2000), Danny y Ricky Peddie con el asesinato de Taylor. En una vista preliminar, se declararon inocentes.

No obstante, del juicio (2006), solo salió inocente Jihad, mientras que Danny y Ricky fueron condenades por homicidio involuntario (en el momento del ataque, en el mundo pandillero, estaba extendida la idea de que apuñalar en la pierna no suponía un gran daño para las víctimas).

Asesinato de Damilola Taylor

Richard y Gloria Taylor, padres de Damilola, en el juicio de 2006. Gloria moriría 2 años después de un infarto. A raíz del crimen que les arrebató a Damilola, crearon la fundación Damilola Taylor Trust, que, desde 2001, ayuda a la adolescencia y juventud de las zonas desfavorecidas de Londres (foto: BBC).

De los 8 años de condena, Ricky cumplió 4 y Danny, 5. Entre 2011 y 2012, eso sí, Ricky entró y salió de prisión varias veces por violar su libertad condicional al establecer contacto con las pandillas de Peckham.

North Peckham Estate tras la muerte de Damilola Taylor

La responsabilidad colectiva

En general, cuando tiene lugar un asesinato, los medios de comunicación acostumbran a decir que el crimen ha conmocionado al país en cuestión. Verdad o cliché, en el caso de Damilola Taylor, su muerte sí conmocionó al Reino Unido.

Eso sí, no fue por lo trágico del suceso en sí, sino porque Taylor era inocente, es decir, no tenía vínculos con la delincuencia que asolaba North Peckham Estate.

Dejando a un lado que muertes de adolescentes delincuentes pasaran desapercibidas, el asesinato de Damilola Taylor y la empatía que despertó provocaron que el pueblo británico se empezara a preguntar cómo no se había hecho nada para evitar un crimen tan horrible.

North Peckham Estate y el neoliberalismo en Reino Unido

Tras la muerte de Damilola Taylor, la escalera de North Peckham Estate donde se refugió se llenó de flores y mensajes en su recuerdo (fotos: Daily Mail y Jacky Chapman).

Tal vez, quede muy fuerte afirmar que el neoliberalismo en Reino Unido es culpable directo del asesinato de Taylor. Pese a todo lo racista que era Margaret Thatcher, sus “temores” frente a la inmigración tenían que ver, según sus propias palabras, con que contaminara la cultura inglesa.

No obstante, la mutación de las viviendas sociales en reductos de miseria y lugares donde concentrar a minorías étnicas sí son 100% vinculables con el apogeo del neoliberalismo en Reino Unido.

A ello hay que sumar la nefasta gestión de la migración (mucha procedía de antiguas colonias británicas), el clasismo endémico de la cultura inglesa y la puesta en marcha de un sistema que premiaba la riqueza y dejaba sin posibilidades de prosperar a la pobreza.

La transformación de las Five Estates fue gentrificación

Cuando Danny y Ricky Peddie mataron a Damilola Taylor, ya estaba en marcha el plan para regenerar Peckham. Por tanto, su muerte no supuso ninguna modificación en los planes de desaparición de North Peckham Estate.

De hecho, la conmoción nacional no se tradujo en nada concreto, en materia de urbanismo. En este sentido, la operación siguió su curso sin tener en cuenta la mayor parte de las necesidades del vecindario. Dicho de otro modo, el plan de regeneración se fraguó a sus espaldas y con vistas a generar rentabilidad.

Viviendas sociales del Movimiento Moderno en Londres: Gloucester Grove

Las mejoras implementadas en el diseñó de Gloucester Grove demostraron que el problema de las Five Estates no procedía de los edificios en sí, sino que eran un personaje secundario en una trama en la que el antagonista se llamaba neoliberalismo en Reino Unido (fotos: JZA Photography).

Como consecuencia, quienes residían en las Five Estates tuvieron que aguantarse y aceptar que, en el 49,9% de los casos, el Ayuntamiento dejaría de arrendar sus viviendas, que pasarían a capital privado.

Todo ello provocó que, en lugar de modificar las partes problemáticas (innumerables puntos de acceso o ausencia de espacios verdes de uso privativo), las autoridades de Southwark y el SRB priorizaran la demolición de unas realidades molestas para construir vivienda nueva atractiva para personas de otros distritos.

Gentrificación y el neoliberalismo en Reino Unido

Gentrificación, la otra cara del neoliberalismo en Reino Unido, representado en el pasado y presente de Willowbrook Estate. Con la regeneración, por cierto, su denominación cambió a Shurland Gardens (fotos: Layers of London y OnTheMarket).

Datos de la regeneración de las Five Estates
  • Entre 1994 y 2002, el desempleo cayó más de un 20%
  • 83% del vecindario afirmaba en 2002 que su vida había mejorado
  • Reducción del parque de viviendas (pasó de 4532 a 3694)
  • De las 4314 que alquilaba Southwark se pasó a 2154
  • Otras 915 fueron alquiladas por asociaciones de vivienda
  • 625 se vendieron
  • 70% de nuevas construcciones contó con jardines
  • Disminución generalizada del tamaño de las viviendas
  • Southwark se desentendió a la hora de trasladar a les inquilines a sus nuevas casas
  • Tampoco se hizo responsable de los defectos de construcción
  • Hubo acusaciones de corrupción
  • En la actualidad, el precio medio de las viviendas en Peckham se sitúa en las 622.318 libras (720.811 euros)

A nivel arquitectónico, el nuevo plan consistía en proporcionar a esta zona de Peckham el aspecto de cualquier barrio londinense de clase media. Así, se apostó por viviendas unifamiliares adosadas o bloques de pocas plantas y tejados de pizarra.

Evolución de North Peckham Estate

North Peckham Estate y los bloques y adosados que lo sustituyen en Garnies Close, Calypso Cres y alrededores (fotos: Peckham, Portico y 35% Campaign).

Un lavado de cara sin mucha más chicha

En los 80, el apogeo del neoliberalismo en Reino Unido había sumido las Five Estates en la pobreza y la delincuencia. Todo el deterioro fue producto del poder político. Por tanto, tendría sentido que la política diseñara una estrategia para contrarrestar las desventajas sociales.

Como puede deducirse y, dado que el neoliberalismo en Reino Unido sigue vigente en la actualidad, lo máximo que las autoridades hicieron fue poner bonito el barrio y confiar en que quienes compraran las viviendas elevaran el nivel de vida con su dinero.

Y… sonó la flauta.

Memorial de Damilola Taylor

Desde junio de 2002, en el jardín de la Escuela de primaria Oliver Goldsmith (Peckham), se sitúa este memorial en recuerdo de Damilola Taylor (foto: Getty Images).

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