Folklore de Taylor Swift: un sorprendente giro al folk
Hace menos de un año, Taylor Swift publicaba otro trabajo de su vertiente pop: Lover, en el que se posicionaba a nivel político. Aunque nunca puede saberse al 100%, Lover parecía cerrar un ciclo, puesto que contenía la mayor parte de los géneros musicales abordados durante su carrera. Entre ellos, incluía el country en 3 canciones. ¿Vuelve de lleno este estilo en Folklore de Taylor Swift?
Portada de Folklore de Taylor Swift, un disco creado durante la cuarentena por el Covid-19. Al estar en medio de un bosque, la instantánea conecta con Out Of The Woods de 1989 y Safe & Sound de la banda sonora para Los Juegos del Hambre en 2012.
Canción a canción, crítica de Folklore de Taylor Swift
The 1
Tanto la forma de cantar en The 1 como la ausencia de una súper producción pop anuncian que Folklore de Taylor Swift discurre por derroteros más folk-acústicos que country y que Safe & Sound (2011), primero, y Everything Has Changed (2012) y Soon You’ll Get Better, después, marcaron un camino que ha querido recuperar y explorar durante la cuarentena por el coronavirus.
Eso sí, los tenues ecos electrónicos de The 1 indican que esta reinvención acústica no supone un paso atrás en su carrera y que su estelar paso por el pop ha proporcionado a Swift la amplitud de miras suficiente como para integrar diferentes estilos sin que estas uniones chirríen.
Además, The 1 corrige el error que suponía colocar la mediocre I Forgot That You Existed como arranque de Lover con una minimalista composición, sobre reflexiones serenas acerca de amores perdidos, que cautiva.
Cardigan
Al igual que la pista anterior, el primer sencillo de Folklore de Taylor Swift ha sido co-escrito por Aaron Dessner (integrante de la banda The National) y la propia Swift.
También, Cardigan supone una mejoría respecto a Lover, puesto que estamos ante su mejor sencillo desde Getaway Car (2018) de reputation (2017). Como a Ellie Goulding, el sosiego y la ausencia de artificios suman, en lugar de restar, y convierten este corte sobre un amor de la adolescencia en una composición para escuchar en bucle durante horas.
Mención aparte merece el videoclip, que conduce a una nueva dimensión las piezas audiovisuales de esta era de distanciamiento social. Dotado de grandes efectos especiales, el piano y su banqueta transportan a Swift a:
- Un apacible vergel repleto de cascadas
El vídeo de Cardigan, primer sencillo para Folklore de Taylor Swift, ha sido escrito y dirigido por la propia cantante.
- Una agitada tormenta marina
- Y, de vuelta, a una acogedora estancia con sorpresa
The last great american dynasty
Érase una vez, en la pequeña aldea estadounidense Watch Hill (Rhode Island), una enorme mansión frente al mar (Holiday House), donde pasaba sus vacaciones la mecenas Rebekah Harkness (1915-1982).
Formada en ballet y composición musical, fundó la compañía de ballet Harkness Ballet (1964–1975). Muy apegados a las vanguardias de la época, los espectáculos de la Harkness Ballet fueron aclamados por la crítica estadounidense y de los diferentes países por los que giró.
De todos ellos, fue particularmente aplaudido Sebastián (1963, música compuesta por Gian-Carlo Menotti), por sus desprejuiciados bailes homoeróticos. Recordemos que San Sebastián es un icono gay, como mostraba la orgullosa canción Arrow de The Irrepressibles.
El universo Rebekah Harkness en Folklore de Taylor Swift. En las imágenes, aparecen el desaparecido Teatro Harkness y la mansión de Watch Hill, adquirida por Swift en 2013 (fotos: Harkness Ballet y US Magazine).
La conexión entre Rebekah Harkness y Folklore de Taylor Swift
De vuelta a la Holiday House, era el escenario de fiestas en las que Harkness se codeaba con artistas de la talla de Salvador Dalí (1904-1989) y multitud de estrellas. Cuando Swift la compró, también, celebró importantes fiestas en su interior.
No obstante, este no es el nexo principal entre Rebekah Harkness y Taylor Swift, sino que ambas llevan una vida que molesta (Harkness se divorció 3 veces) y, como castigo, los medios de comunicación (sobre todo, amarillistas) les dedicaron y dedican hirientes artículos, respectivamente.
Rebekah Harkness junto a Taylor Swift en una de las 8 portadas para Folklore (fotos: Wikipedia y web de Swift).
Tanto a Harkness como a sí misma, va dedicada The last great american dynasty, una cucada folk donde se perciben unos sobrios ecos country.
Exile (junto a Bon Iver)
Libre de rencores y pullas, una antigua pareja conversa sobre su pasado.
Por un lado, Justin Vernon (Bon Iver) expresa los sentimientos de sorpresa que le despertó lo pronto que Taylor Swift rehízo su vida con otra persona. Por otro, Swift relata las banderas rojas que surgieron en el seno de la relación, señales de que estaba muriendo.
Pese a los diferentes puntos de vista, las 2 partes coinciden al sentir que ya no forman parte de la vida de ningune. En definitiva, que están en el exilio emocional.
Al margen de la letra, Exile proporciona una nueva cumbre musical a Folklore de Taylor Swift, gracias a:
- Lo bien empastadas que están las voces de Swift y Vernon (el tema se grabó a distancia)
- El acompañamiento de piano
- Los coros, que engrandecen la serena emotividad del tema
- La presencia de violines y ecos electrónicos, que conectan con trabajos previos de Bon Iver o Sufjan Stevens
My tears ricochet
En Lover, Taylor Swift incluyó el mayor número de canciones synthwave de su carrera: 4 (Cruel Summer, The Man, The Archer y Daylight). Para este álbum contemplativo, repleto de reflexiones y nostálgico, continúa explorando un género musical, cuya popularidad sigue creciendo 9 años después de la película Drive.
Escapismo reflexivo en Folklore de Taylor Swift. La foto es la que ilustra la portada número 7 del álbum: the “running like water”.
Dua Lipa en Future Nostalgia, Adam Lambert en Velvet, Dorian Electra en Flamboyant, Kesha en High Road o, incluso, Lady Gaga en el reciente Chromatica han revestido diferentes composiciones con este tipo de synthpop.
Dentro de Folklore de Taylor Swift, gracias a que ya hemos escuchado tímidos toques electrónicos en pistas anteriores y, también, al poso melancólico de este estilo, el synthwave no solo no desentona, sino que nos ayuda a situarnos en una historia en la une ex solo demanda atención cuando, por fin, Swift puso tierra de por medio.
Mirrorball
Justo los cortes de Folklore de Taylor Swift donde su voz es retocada por un tenue autotune son aquellos en los que ha participado Jack Antonoff (presente en 1989, reputation, Lover o el Melodrama de Lorde).
En el caso de Mirrorball, tanto la voz retocada como la instrumentación dream pop-folk y la manera de interpretar, parecen indicar que Swift ha querido hacer suyo el espíritu que convirtió Norman Fucking Rockwell (2019) en el álbum más aclamado de Lana del Rey.
Todos los elementos funcionan como la mejor carta de presentación para una composición en la que Taylor Swift manifiesta lo insegura que es, algo que sigue gestionando mal al intentar contentar a diferentes personas, solo para encajar.
Seven
Titulada como la posición que ocupa en el álbum, Seven nos conduce hasta la infancia de Taylor Swift, cuando su inocencia le impidió ser consciente de que el maltrato que un amigue recibía era por ser gay.
Portada in the weeds (en la maleza) para Folklore de Taylor Swift.
Entonces, pensaba que el problema se arreglaría invitándole a vivir y jugar con ella. Ahora, durante el parón por la cuarentena, ha vuelto a pensar en esa época y se ha dado cuenta de que todavía le quiere y de que, con los años, ha comprendido la gravedad del asunto.
Muy agradable y tierna, sigue la senda marcada por Exile, pero en un plano más hondo, es decir, más de autocrítica.
August
De todas las canciones que componen Folklore de Taylor Swift, aquella que presenta los segundos toques country más decididos es August. Eso sí, para nada estamos ante un nuevo Tim McGraw (2006), sino ante un country más en la línea de Begin Again (2012) y pasado por un filtro de envolvente indie rock y violines.
Según sus declaraciones en el chat del estreno de Cardigan, todo parece indicar que August es el segundo tema de los 3 (el primero es Cardigan) que conforman el Triángulo de Amor Adolescente abordado en Folklore.
Si en Cardigan la persona que habla es Betty, en August escuchamos el punto de vista de Inez: siente que nunca significó lo suficiente para James (el otro vértice del triángulo). Solo fue un amor de verano, aunque ella lo diese todo.
This is me trying
Con la novena pista de su octavo disco, Taylor Swift suma más calidad y construye la mejor secuencia de toda su carrera. De hecho, en ninguno de sus trabajos previos había incluido, seguidas, 9 canciones tan redondas como estas.
A diferencia de August, esta nueva prueba del gran combo que conforman Antonoff y Swift recupera la tenue electrónica de otros momentos de Folklore. También se sumerge en synthwave (aunque muy sutil) y lo acompaña de influencias trip hop.
Además, en This is me trying, Swift se abre y se presenta como una persona que no es perfecta y que, por ello, puede ser la mala o la equivocada en un conflicto. Se trata de un gran paso adelante en su carrera porque, en general, siempre ha pasado de puntillas sobre los errores que comete.
Dicho de otro modo, la mayoría de las veces culpaba a terceras personas de sus acciones, pero en This is me trying asume su responsabilidad individual. Sí, sus palabras también pueden herir.
Illicit affairs
Hace 14 años, Taylor Swift tenía 16 años, iba al instituto y estaba a punto de publicar su álbum debut. Tan pronto como entonces, nació la leyenda de que dedica canciones a sus ex-parejas. Como cualquier artista, de hecho, pero el machismo imperante ha querido reducir su música a pataletas.
El caso es que una de las últimas composiciones en incluirse en el disco Taylor Swift fue Should’ve Said No, que luego fue su quinto sencillo. Desde el principio, se asumió que Should’ve Said No iba dirigida a su ex Sam Amstrong, a quien dejó después de que le fuera infiel.
Han pasado 14 años y la concepción que Swift tenía de las relaciones en su adolescencia ha perdido la rigidez de la mentalidad conservadora. Ahora, no solo comprende las infidelidades en sí, sino la culpa y red de mentiras que persiguen a quienes las cometen.
Para compartirnos esta reflexión, Swift recurre a un folk-country similar al de Safe & Sound, solo que un escalón por debajo del nivel que Folklore presenta hasta esta pista.
Invisible string
Desciende otro peldaño la también acústica-folk Invisible string. Aún por encima de los momentos más bajos de Lover (I Think He Knows, I Forgot That You Existed, Death By a Thousand Cuts, London Boy…), Invisible string aporta más bien poco, tanto en materia musical como lírica (habla del hilo rojo del destino, una creencia china similar a la de las medias naranjas).
Mad woman
Como en todos sus álbumes desde 2009, en Folklore de Taylor Swift, no podía faltar la canción-pulla a Kanye West. Además, como en el vídeo de Look What You Made Me Do, aparece una frase dirigida a Kim Kardashian: “and women like hunting witches too” (a las mujeres también les gusta cazar brujas).
También, vemos una referencia clara al matrimonio en “It’s obvious that wanting me dead has really brought you two together” (es obvio que quererme muerta
realmente les ha unido).
Madre mía, las indirectas que lanza Taylor Swift.
Un enfrentamiento que creó y revivió Kanye West
¿Por qué Swift vuelve a abordar el asunto con West y Kardashian? Nunca lo sabremos al 100%, pero todo parece indicar que Mad woman es la respuesta de la cantante a la filtración de la llamada completa, la misma que demuestra que West jamás le comunicó que, en Famous, incluiría el verso “yo hice famosa a esa zorra”.
No sabía que la llamarían ZORRA, que lo corearían en conciertos, que recibiría uno de los ciberbullyings más apabullante de la historia. Y de pronto sale el vídeo entero, y se demuestra que este señoro la utilizó para ganar popularidad. Que no mintió. Uf. #KanyeWestIsOverParty https://t.co/lF2ButwBle
— Javier Ruescas ?️? (@javier_ruescas) March 21, 2020
También evidencia que Kardashian manipuló la grabación para dejar a Swift de falsa. Recordemos que la primera filtración de la llamada (julio de 2016) generó una fuerte campaña de acoso en redes a Taylor Swift con el emoji de la serpiente.
Lo más siniestro de todo este enfrentamiento es que da la impresión de que fue orquestado de forma intencionada para cargarse la carrera o, al menos, la reputación de Taylor Swift, que entonces perdió al grupo de amigas del que sacaba pecho en el vídeo de Bad Blood.
Todo el mundo celebrity le dio la espalda… salvo Joseph Kahn, que luego dirigiría el clip para Look What You Made Me Do.
Epiphany
Mad Woman y su esquivo rock alternativo inauguran otro gran conjunto de canciones dentro de Folklore. En Epiphany y su minimalista folktrónica-ambient, vuelve la sensibilidad inherente a este trabajo para tratar las vivencias de su abuelo, Archie Dean Swift (1914-1998), durante la batalla naval de Guadalcanal (1942).
No obstante, las letras son tan ambiguas que Epiphany puede entenderse como un himno-antídoto para que la violencia y la confusión no alteren nuestra salud mental. Esta utilidad recuerda al concepto que, también este 2020 y en el contexto de la pandemia, envolvía Planet 9 de Rose McGowan.
Archie Dean Swift y una instantánea de la batalla de Guadalcanal (fuerzas estadounidenses contra las japonesas, durante la Segunda Guerra Mundial). Fotos: Swiftipedia y Wikipedia.
Betty
El Triángulo de Amor Adolescente de Folklore de Taylor Swift llega a su fin con Betty, que visibiliza la experiencia de James, con el corte más country de todo el proyecto.
Betty cuenta con portada propia en Folklore de Taylor Swift: the “betty’s garden”.
Sí, James le fue infiel a Betty con Inez y este error le reconcome porque, para elle, la relación de verano no fue con Betty, sino con Inez.
Por cierto, en ningún momento, Swift dice que James sea un hombre y ya corre la teoría de que los nombres James e Inez hacen referencia a los de las hijas del matrimonio Blake Lively-Ryan Reynolds, importantes amistades de la cantante.
En este sentido, el triángulo amoroso podría estar protagonizado por 3 mujeres lesbianas o bisexuales, lo que, de confirmarse, significaría aquello que las publicaciones en Instagram de Swift demuestran: You Need to Calm Down (2019) fue solo el comienzo de su apoyo al colectivo LGTBI.
Además, se hace importante recordar que Taylor Swift se llama Taylor porque a sus padres les gustaba mucho James Taylor. Tal vez, esta sea otra forma sutil de comunicarnos que es bisexual (la otra fue el color de su pelo en el himno orgulloso del año pasado).
Peace
A la familia escogida, es decir, a esas personas que nos hacen sentir en paz, pero que no siempre son aquellas con las que crecimos, está dedicada esta otra delicada pieza folk de Folklore de Taylor Swift.
Con toda la tranquilidad que aporta la madurez, Peace insiste en describir a Swift como una mujer que, a veces, no puede dar más de sí misma.
Por ejemplo, no siempre consigue actuar acorde al coraje de sus convicciones, pero compensa sus flaquezas y contradicciones con auténticos sentimientos de amor y amistad.
Hoax
La versión estándar de Folklore de Taylor Swift (la otra canción, The Lakes, solo está disponible en formato físico) se despide con el sombrío piano pop de Hoax (engaño). Una escucha precipitada del tema parece indicar que Swift describe una relación tóxica cualquiera, cuyo final no ha superado.
No obstante, Hoax también puede interpretarse como la confirmación de su breve noviazgo con Karlie Kloss, a quien conoció en 2013. En Cornelia Street de Lover, ya hacía referencia a ello porque esa fue la calle donde alquiló un apartamento al mudarse a Nueva York.
De hecho, se trasladó a esta ciudad porque allí vivía su íntima amiga Karlie Kloss y el hecho de que ambas salieran del apartamento, por separado, en numerosas ocasiones, disparó los rumores sobre una supuesta relación entre ellas.
Taylor Swift, Karlie Kloss y el número 23 de la neoyorquina Cornelia Street, donde residía la primera. En Houx, Swift habla del amor infiel de Kloss, cuyas cicatrices aún duelen (fotos: Getty Images y Vogue).
Volviendo a Hoax, de repente en un verso, Swift suelta “you know I left a part of me back in New York” (dejé una parte de mí en Nueva York), que conecta con la nostalgia que desprende Cornelia Street.
A su vez, el verso “Jacket ’round my shoulders is yours” (la chaqueta alrededor de mis hombros es tuya) de Cornelia Street resulta bastante similar a todo el lío que el Triángulo de Amor Adolescente se trae con un tipo concreto de chaqueta, la cardigan.
Folklore de Taylor Swift: el veredicto
Un proceso de concepción atípico con inesperados resultados
Durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus (en concreto, a finales de abril), Taylor Swift comenzó a componer unas canciones, libres de pretensiones y a distancia, junto a Aaron Dessner.
Al principio, Dessner pensaba que el proceso se prolongaría meses, pero transcurridas solo unas horas, Swift le mandó un tema terminado. Además, no se trataba de una demo, más o menos apañada, sino de un corte que emanaba calidez, crudeza y una reparadora sensibilidad.
Taylor Swift, en una de las imágenes promocionales de Folklore.
Con ese estimulante arranque, Swift introdujo en el proyecto a Justin Vernon (héroe musical para la cantante, junto a Dessner), William Bowery (nadie sabe quién es) y Jack Antonoff.
Lo increíble es que, en tan poco tiempo, Taylor Swift y sus colaboradores hayan sido capaces de construir un álbum tan sólido como Folklore, que le da 1000 vueltas a otros discos country-folk recientes y firmados por popstars, como:
- Joanne (2016) de Lady Gaga
- Rainbow (2017) de Kesha
- Golden (2018) de Kylie Minogue
Menos producción, gran aliado para Folkclore de Taylor Swift
En general, las canciones de Folklore de Taylor Swift permiten que redescubramos su voz y sus diferentes matices, mucho más ricos y singulares que lo que mostraban las producciones pop del último tramo de su carrera.
Además, cuando el autotune y sus reverberaciones hacen acto de presencia no desvirtúan su voz, a diferencia de lo que ocurría en Cruel Summer, por ejemplo. Asimismo, cuanto más pop se volvían las composiciones de Swift, peores eran sus directos.
De hecho, seguro que la sencillez y naturalidad de los juegos vocales de Folkclore le permiten lucirse mucho más. Como muestra, no tienen nada que ver las interpretaciones en vivo de I Knew You Were Trouble con las de Soon You’ll Better Soon de Lover:
Unas letras que reflejan una madurez insólita hace 11 meses
A diferencia de sus trabajos previos, en Folklore, Taylor Swift no echa balones fuera en las letras ni se pierde en autorreferencias que diluyen su implicación. No, aquí asume quién es, cómo piensa y las decisiones que ha tomado y toma.
Está claro que, todo el tiempo de inactividad por la cuarentena ha reordenado sus prioridades. De la quietud, de pasar horas y horas de reflexión, nace Folklore de Taylor Swift, el primer álbum de su carrera que puede considerarse maduro.
Y… no, no es maduro porque se haya alejado del pop, sino porque ya no culpa a otras personas para justificarse ni hace alarde de una autoestima sobre-dimensionada, que ya nos ha reconocido que no es auténtica.
Taylor Swift ha experimentado un revelador crecimiento emocional en los últimos meses y, para expresarlo, ha construido el disco más coherente, cohesivo y equilibrado de toda su trayectoria. Si el relleno en Lover fue un leve tropiezo, Folklore es el impulso definitivo para su consagración artística.